Son situaciones en las que en medio de la vorágine del coronavirus nadie ha pensado, pero que tienen muy presentes todo el personal sanitario que cada día trata a los enfermos de Covid-19.

Los afectados que precisan estar hospitalizados tienen que permanecer aislados, no pueden recibir visitas y ni tan siquiera pueden entretenerse con la televisión. Los aparatos son de pago, y como nadie puede entrar, ni ellos salir, no tienen posibilidad de encenderlos. 

Por este motivo, han grabado un vídeo y han rogado difusión.