La capital costasoleña fue sede de nuevo un encuentro socialista de ámbito andaluz. En este caso se trataba de la Convención Municipal del PSOE-A que ha reunido en el Palacio de Congresos a casi un millar de alcaldes, portavoces municipales y dirigentes socialistas de la Junta de Andalucía y otros órganos de poder. Y es que la Convención, municipal sí, ha sido algo más que eso. Hasta Málaga se han acercado también el núcleo duro de la Junta de Andalucía y del partido que lo sustenta, Griñán, Susana Díaz, Mario Jiménez, Francisco Conejo y numerosos diputados y dirigentes orgánicos. Se sabía que Griñán quiere marcar el camino en la solución de la crisis del partido y en esa encrucijada pretende mojarse hasta donde haga falta para salvar a su partido y había expectación por oírlo.

Más que una convención de alcaldes
Un encuentro que ha ido más lejos que la propia convención municipalista. Ese ha sido el debate central pero en paralelo la “Fuerza del Sur” ha comenzado a hacer reflexiones, autocríticas y a preparar una vía que el socialismo nacional en shock traumático tras las derrotas sin paliativos en Galicia y País Vasco, necesita como el comer.

Mucho que decir desde Andalucía
A nadie se le oculta que la situación del partido de Pablo Iglesias se halla en una coyuntura compleja. Pero mientras unos se debaten en hacer simples propuestas de cambios de líderes, otros en cambiar estrategias de oposición y otros en alternativas lampedusianas como si no hubiera pasado nada y nada hubiera que cambiar, otros, en este caso Griñán y los dirigentes del socialismo andaluz son conscientes de que siendo como son la federación más importante de la formación a nivel federal y el gobierno de izquierdas más amplio en el Europa tras el Ejecutivo de Hollande, tienen mucho que decir, bastante que aportar y la obligación de liderar el cambio que el PSOE necesita.

“La causa socialista ya está escrita, no hay que reinventarla cada día”
Se trata, y en ello están y eso mismo se oyó ayer en Málaga, de hacer una reflexión serena y sosegada pero con aplicaciones prácticas sin pausa. Asumir que hay cosas que se han hecho mal y no perder el rumbo. No se trata de hacer ejercicios de travestismo político porque no hace falta ya que la ideología socialista contiene sobradamente respuestas de izquierdas a la crisis. Como bien ha dicho hoy en el Palacio de Congresos el presidente federal del PSOE, “La causa socialista ya está escrita, no hay que reinventarla cada día”. Tampoco se trata como piden otros de ser más duros con el Gobierno central. María Gámez, portavoz municipal socialista en la capital, lo ha definido bien al afirmar que la tarea del PSOE “no es tanto desenmascarar al Partido Popular, que ya se ha quitado la careta, sino dar confianza a los andaluces con nuestro trabajo del día a día, para defenderlos de esta injusta crisis, para lo que ofrecemos recetas innovadoras, que pasan por hacer lo de siempre, por no estar con la gente, sino ser gente”.

Sin complejos
Ayer en Málaga se habló de que frente a quienes hablan de acercarse más al ciudadano la respuesta es que los políticos sean ciudadanos, mucho más ciudadanos. Y casi un millar de cuadros dirigentes han creado complicidades para decirle de frente y claro a la ciudadanía que sus aspiraciones son las de ellos, que la defensa de la sanidad pública, de la educación con igualdad de oportunidades y universal, el apoyo a los más débiles, de los parados, de los desahuciados, de los jóvenes sin futuro, de las pequeñas empresas en crisis, eso y mucho más no solo está en el programa de los socialistas sino que está en la piel, en su ideario más profundo y en su historia. Y decirlo sin complejos ni hacia un lado ni otro. Todo ello en marcha desde un PSOE andaluz cada vez más influyente y con un presidente Griñán volcado en el proceso.

Alejado de la conspiraciones
Hay que conocer a Pepe Griñán para saber que su vibrante discurso y las declaraciones de estos días no están en el ámbito de ninguna conspiración contra nada ni nadie. Lejos de la realidad el presidente de la Junta y del PSOE federal está arrimando el hombro en un momento en el que se necesita fuerza, arrastre e impulso. Es como aquél que te pega dos tortazos para sacarte de un desmayo. Griñán en un gran discurso ha reivindicado ser de izquierdas, ha reconocido errores pero ha dicho que hay tiempo. Tiempo para salir a la calle y codo con codo hacerse ciudadano, contaminarse humanamente de los desahuciados y parados y dar alternativas reales. Ser pueblo y dar alternativas reales a los problemas del pueblo. Que otra política distinta a la crueldad diaria del PP es posible y que el ejemplo está en la Junta.

Cultura de la izquierda
La caras de los socialistas congregados, alcaldes y concejales que viven el drama diario de manera directa vibraban cuando Griñán habló de dar soluciones ya a la codicia bancaria y los desahuciados: “Hay que terminar con la usura repugnante de tener que seguir pagando tras entregar una vivienda”. Y es que la fibra de la cultura de la izquierda fue tocada por alguien como Griñán que en esa cultura vive y en ella quiere que su partido actúe desde la oposición o desde los distintos ámbitos de gobierno “sin inventarse nada nuevo porque lo tenemos ya y hay que adaptarlo al día a día”.

“La causa socialista ya está escrita”
“Andalucía marca el camino” rezaba el rótulo. Ayer casi un millar de cuadros y dirigentes socialistas andaluces se dieron un baño de autoestima en Málaga y conjuraron para salir a la calle con la cara bien alta y plantear que sus propuestas son de izquierdas, sin matices y sin complejos porque son de izquierdas, ese es el camino porque “la causa socialista ya está escrita”.

* Juan Luis Valenzuela es coordinador de ELPLURAL.COM en Andalucía

jlvalenzuela@elplural.com