Hace cosa de una semana, Vox ponía en circulación un vídeo en el que aparecía su candidata a la Junta de Andalucía, Macarena Olona, junto a un hombre que se identificaba como militante del PP. Después, el protagonista rompía el carné de afiliado y aseguraba que iba a votar al partido de ultraderecha porque la política de este le había convencido en el primer debate. Pues bien, fue todo puro teatro.

Así se lo han trasladado fuentes del PP de Dos Hermanas a ElPlural.com. “Militante es, sigue apareciendo en las bases de datos, pero está desvinculado desde los inicios de Vox”, señalan. En la misma línea, estas fuentes cercanas al Consistorio destacan que guardó lazos con la formación de Santiago Abascal incluso antes del “boom de 2018”, cuando la formación que ahora representa la alicantina en suelo andaluz aparece en la región con 12 diputados.

De hecho, sostienen que el cocinero y mercadero José Antonio García Cuestas -así se llama el protagonista de la historia- se encontraba “totalmente deslumbrado por Santiago Abascal” y que “cuando estaba en el PP ya era una persona muy extrema para el partido”. “Desde 2017, como mínimo, no tiene ninguna relación”, insisten dichas fuetnes.

Esto deja entrever que el afiliado del PP que rompió su carné, razón por la cual apareció en todos los medios y dio la vuelta a redes sociales, en realidad llevaba años desvinculado de la formación que a nivel nacional capitanea Alberto Núñez Feijóo.

Los partidos mantienen el máximo de afiliados

Respecto a que siga figurando como militante, tiene una explicación, y es que es habitual que los partidos, independientemente del color, mantengan el máximo de afiliados, incluso cuando estos se han desvinculado. También en casos extremos, como cuando se producen defunciones y los familiares no piden la baja, aunque en el partido se tenga conocimiento de ello.

se realiza una limpieza de afiliados en supuestos muy concretos como los que han ocurrido últimamente con el paso de miembros de Ciudadanos al PP o de los populares a las filas de Vox. Especialmente cuando se detecta la presencia de miembros de un partido en las listas electorales de otro, en cuyo caso se procede por estatutos a la expulsión inmediata.

Por el contrario, al tratar de mantener las cifras de inscritos, los partidos pueden presumir de grandes números y apoyo orgánico; y los datos reales no se suelen concretar hasta que llega el turno de los Congresos para elegir al líder.

Esto, por ejemplo, ocurrió hace unos meses, cuando el PP organizó el Congreso Nacional para elegir a Feijóo y el Comité Organizador que presidía Esteban González Pons exigió a los militantes que quisieran votar que estuvieran al corriente de pago de sus cuotas y, quienes no lo estuvieran, tenían un breve plazo para liquidar sus deudas.

El PP siempre había asegurado tener más de 800.000 militantes, pero el gallego solo consiguió el apoyo de 36.781 miembros del partido. Y, aun así, como anuncio González Pons, se convirtió "en el candidato más votado de la historia a la presidencia nacional del Partido Popular".

En Vox “como mínimo” desde 2017

García Cuestas colabora, por tanto, con la formación de extrema derecha desde hace, al menos, cinco años, si no más. El teatrillo que hace unos días llevaba a cabo en la calle tampoco tiene mucho sentido, ya que él nunca ha ocultado su afinidad a Vox. No es algo nuevo.

Ejemplos claro de esto es que el pasado 27 de mayo se le pudo ver entrando y saliendo del despacho de los concejales Adrián Trashorras y Teresa Terry, de la formación ultra, o que en las elecciones del 2019 estuvo pegando carteles, tal y como recoge El Español.

Un vídeo simbólico para la extrema derecha

Tampoco es ningún secreto que buena parte del electorado hasta ahora popular y que se reconoce descontento con el partido de Feijóo ha dado un paso más a la derecha y se confiesa más próximo a Vox que al PP.

Eso es precisamente lo que quiere mostrar el vídeo, que cobra especial relevancia dado el tablero actual, máxime en Andalucía donde parece que, de revalidar gobierno, Moreno tendrá que ir de la mano de Olona.

Así las cosas, el partido de Abascal no tardó en compartir las imágenes a sus redes, para regocijo de sus seguidores, aunque el movimiento fue, por otro lado, un intento urgente de contrarrestar las informaciones de esos primeros días de campaña sobre un posible pinchazo de Vox tras un mal primer debate de su candidata, Macarena Olona, y el anuncio de que no tendría ningún mitin los cuatro primeros días de la campaña, dando lugar a un hecho inaudito en política.