Tras las elecciones de la Comunidad de Madrid, Santiago Abascal se ha puesto el traje de faena y las botas de campaña en Andalucía. El líder de la ultraderecha española está convencido de que Juan Manuel Moreno Bonilla no aguantará la legislatura andaluza al completo y adelantará los comicios regionales. Además de esa creencia, el desgaste al que está sometiendo al Gobierno andaluz con la reciente ruptura de relaciones cumpliendo su amenaza al tumbar en un solo día la ley del suelo y la reforma de la ley de salud pública, corrobora que en esta ocasión Vox podría no ir de farol como en anteriores ocasiones. El partido de Abascal escenificó el fin de su apoyo parlamentario al Gobierno andaluz de Partido Popular y Ciudadanos para forzar un adelanto electoral cumpliendo su amenaza al tumbar en un mismo día la ley del suelo y la reforma de la ley de salud pública.

A por los 20 diputados para “tutearse” con el PP andaluz
Tras los resultados positivos de Cataluña y la geometría parlamentaria que la hace imprescindible y necesaria para que Díaz Ayuso pueda gobernar en Madrid solo si se echa en brazos de los ultras, Abascal ha puesto en el centro de su diana las elecciones andaluzas que podrían adelantarse, mucho más con un ejecutivo en minoría parlamentaria, a finales de este año. Las encuestas le vaticinan unos resultados al alza con más escaños en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas de los 12 que posee ahora. Pero aún así no llegarían a la veintena que es el objetivo marcado desde Madrid por Vox. En todo caso, y teniendo en cuenta la debacle de Ciudadanos -de los 21 diputados actuales pasaría a 3 y de seguir la deriva podría obtener cero actas como en Madrid-  Abascal tendría la llave de un futuro gobierno andaluz si PP y Vox suman la mayoría absoluta en caso de que el bloque de izquierdas no sumase 55 escaños. Las encuestas más recientemente publicadas colocarían a Vox como tercera fuerza del Parlamento andaluz con entre 15 y 17 diputados. Abascal tiene entre ceja y ceja la veintena de actas parlamentarias arrancando parte del voto que desaparecería de Ciudadanos y comiendo en el vivero de electores al PP en determinadas provincias orientales donde sus sondeos internos le vaticinan buenos resultados. Creen que en provincias como Almería podrían superar incluso al PP de Moreno Bonilla.  Por lo tanto el objetivo del líder nacional de Vox sería lograr 20 diputados para de esa manera “tutearse” con el PP andaluz y, en caso de que la izquierda no sumara y permitiera a la derecha formar gobierno, hablar de igual a igual con Moreno Bonilla a la hora de conformar el Ejecutivo andaluz.

La “operación Olona” presidenciable a la Junta sí existió
Tanto se había extendido el deseo de Abascal que hasta el Centro de Estudios Andaluces (CENTRA) de la Junta de Andalucía -el CIS andaluz- incluyó en su barómetro de intención de voto a Macarena Olona como posible candidata a la Presidencia de la Junta. No pasó desapercibido tampoco que el Día de Andalucía, en una popular plaza de Sevilla fue ella quien protagonizara el acto organizado por su partido en paralelo a los actos oficiales del 28 F. Ante cientos de simpatizantes, la diputada del Congreso por Granada afirmaba que “nadie se atreva a decir que negamos Andalucía, amamos a Andalucía y la llevamos en el corazón”. También la abogada alicantina afirmaba en una entrevista en Canal Sur ese mismo día, tras ser preguntada por esa posibilidad, que “no eludiría esa responsabilidad” de ser la presidenciable andaluza “si su partido se lo pedía. “En Vox estamos donde se nos pide que estemos”, destacaba. Así mismo el entonces portavoz parlamentario de la formación en Andalucía, Alejandro Hernández, la elogió destacando que “podría ser una buena candidata”.

En una entrevista publicada el 29 de abril en Ideal de Granada se destacaba: “Olona ni confirma ni desmiente que puede ser la candidata de su partido a la Junta”. Al mismo tiempo se mostraba muy crítica con la gestión de Moreno Bonilla y exigía la convocatoria de elecciones anticipadas. También dijo, dando pábulo a los rumores, que ella “si se diera el caso exigiría para Vox la Consejería de Familias” del Gobierno regional. Blanco y en botella.

Sin embargo tras desvelar ElPlural.com la “Operación Olona” el pasado 8 de mayo, la diputada ultra manifestaba en su cuenta de Twitter que no iba a ser la candidata a la Junta: “Hay muchos candidatos andaluces mucho más capacitados que yo. Y ganaremos”. La ex abogada del Estado quiere permanecer en la política nacional y con su no aceptación de la candidatura desmontaba la estrategia nacional. Curioso ver como en los centenares comentarios a este tuit, la inmensa mayoría de simpatizantes y afiliados de Vox mostraban su deseo de que hubiera sido la presidenciable andaluza, reconocían que pensaban que sí lo iba a ser y se lamentaban de que no fuera así. Por su parte Olona calificó la información de este medio como “cotilleos” a pesar de que, cómo hemos demostrado anteriormente, todas las pistas indicaron que sí estuvo Olona en las quinielas de la candidatura.

Se concluye por tanto de que la “operación Olona” existió y si no cuajó -al menos de momento pues nunca es tarde para replantearlo y menos en un partido tan poco previsible en sus decisiones orgánicas como Vox- fue porque o la alicantina prefiere continuar presente en la política nacional o porque el líder de la formación ultra prefiere que la ex abogada del Estado esté a su lado potenciando la batalla parlamentaria del Congreso. Al fin y al cabo donde Vox tiene su objetivo político marcado y persigue con más fruición es en las próximas elecciones generales.

Pero descartada la opción Olona ¿quién será el candidato o candidata a la Junta de Andalucía por el partido ultra? Hay un tridente de candidatos a los que Santiago Abascal ha puesto a calentar por la banda derecha. Esa será la segunda parte de la nueva operación.