Se acabó la inquietud. Los trabajadores habían seguido con el alma en vilo el debate en el Congreso de la Proposición No de Ley de cancelar los contratos de venta de material militar a Arabia Saudí.

El presidente del comité de empresa de los astilleros gaditanos, Jesús Peralta, no ocultaba ayer su euforia tras la confirmación por el presidente del Gobierno de que el contrato con Riad para construir cinco corbetas que darán empleo a 6.000 trabajadores sigue adelante: "El 9 de enero empezamos a cortar chapa. Los trabajadores estamos de enhorabuena y el presidente del Gobierno ha dicho lo que tenía que decir, que el contrato se mantiene".

Empleo y derecho humanos

Precisamente la comparecencia de ayer del presidente en el Congreso coincidió con la visita a San Fernando de una delegación de la empresa militar saudí que gestiona el contrato con Navantia.

Por su parte, el secretario del comité de empresa de Navantia en San Fernando, Manuel Jesús Aranda, recordó que el contrato de las cinco corbetas viene de 2015, y advirtió de que “como trabajadores, no entendemos que alguien esté en contra de la generación de empleo, aunque también pedimos que se depuren responsabilidades por el asesinato del perodista Jamal Khashoggi".

¿Pistolas de juguete?

Mientras tanto, a lo largo del día de ayer continuó con intensidad el debate político. El diputado del PSOE por Sevilla Antonio Gutiérrez Limones preguntaba en su cuenta de Twitter a los partidos independentistas y a Podemos si pedirán el cierre de empresas catalanas que venden armas, al ser las empresas de Cataluña las segundas de España que más armas exportan: "¿Van a pedir que mejor fabriquen pistolas de juguete?", preguntaba con sorna.

En 2016, las empresas catalanas facturaron 44,7 millones de EEUU, Congo o Emiratos Árabes Unidos, recordaba el exalcalde de Alcalá de Guadaíra.

El diputado también comentó con ironía la propuesta de Podemos de suspender el contrato y buscar otros estados que lo asuman: "Y si no es posible, que el Gobierno transfiera 1.800 millones a Navantia para fabricar otras cosas. Espectacular”.

A su vez, la presidenta de la Junta ponía el dedo en la llaga de las contradicciones internas de Podemos. Susana Díaz recalcaba el contraste entre la locuacidad del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el silencio del alcalde de Cádiz, José María Gozález ‘Kichi’, de su mismo partido.