El líder socialista andaluz Juan Espadas lo escribía esta mañana en su cuenta oficial de Twitter: “Da igual que estén al frente del PP Feijóo o Casado, si en Castilla y León le ofrecen a la ultraderecha un pacto de gobierno, Moreno Bonilla hará lo mismo en Andalucía. De hecho, fue el primero en abrirle la puerta a Vox. ¿A quién quiere engañar?”.

Más tarde, Espadas recalcaría que la situación deja al PSOE como “la única alternativa” a un gobierno de ultraderecha. “Cuando en unos meses se vaya a unas elecciones en Andalucía, es muy importante saber cuál es la alternativa y si lo que ocurre hoy en Castilla y León es lo que Moreno Bonilla tiene en su cabeza esta comunidad”.

El dirigente socialista estima que la decisión tomada en Castilla y León por el PP “tendrá consecuencias, sin duda, a nivel europeo, donde estos pactos con la extrema derecha no se dan; es una auténtica desgracia”.

Mientras, en el Parlamento andaluz el portavoz de Vox y el presidente autonómico intercambiaban argumentos durante la sesión de control, pero ninguno de ellos mencionaba lo sucedido en Castilla y León, donde Vox presidirá las Cortes y tendrá un vicepresidente y tres consejeros en el Gobierno presidido por el popular Alfonso Fernández Mañueco.

En el turno de Vox en la sesión de control, Moreno se ha limitado a cuestionar que Andalucía pueda tener un gobierno fuerte con Vox si este partido "no cree en la Unión Europea ni en el Estatuto de Autonomía ni en la comunidad autónoma". El argumento no parece haber inquietado mucho al diputado ultra Manuel Gavira.

Más complicado lo ha tenido Moreno cuando le ha llegado el turno a la portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz, que ha retado al presidente a aclarar si, "llegado el caso", tras las próximas elecciones andaluzas "estaría dispuesto a meter en el Gobierno andaluz a la extrema derecha".

Moreno no ha contestado a la incómoda pregunta y, además de recordar los acuerdos de Pedro Sánchez con partidos independentistas como ERC y Bildu, se ha limitado a decir que “Castilla y León es Castilla y León y Andalucía es Andalucía”, un regate retórico que le ha servido para salir del paso pero no para esquivar la diaólica encrucijada en que lo ha situado su compañero Mañueco. En todo caso, Moreno insiste en su propósito de lograr una mayoría suficiente que le permita prescindir de Vox, como hizo Isabel Díaz Ayuso en Madrid.

"Ya sabemos qué había detrás del golpe de estado a 'Génova' contra Casado: por una parte, tapar la corrupción, y, por otra parte, abrirle las puertas de par en par a la extrema derecha", ha argumentado una crecida Ángeles Férriz, que también ha aludido a que al PP “se le acabó la farsa”.

El presidente de la Junta le ha respondido que "nosotros creemos en la autonomía, en la que cada comunidad autónoma y cada líder marca su estrategia, sus prioridades y sus pactos", recoge Europa Press, para preguntarle después a Férriz si le puede "explicar qué hemos canjeado los andaluces para que su partido pacte con la Esquerra Republicana de Cataluña independentista y con un partido heredero de ETA que no condena el terrorismo".

"Estamos trabajando para que tengamos una mayoría suficiente", ha añadido Moreno, quien además ha augurado a los socialistas un "mal resultado" si "se siguen deslizando por la 'oposición fake'".