Las críticas a su frivolidad con lo público no le afectan como lo demuestra el hecho de que mientras magistrados de la Audiencia Nacional o dirigentes políticos del País Vasco amenazados en su momento por ETA ya no llevan escolta, él, concejal de un municipio de la Costa de Sol, hace gastar al erario público 200.000 euros al año para su servicios de seguridad. La oposición ha denunciado que Salido posee un servicio de escolta que le cuesta anualmente al bolsillo de los ciudadanos de Benalmádena una cantidad equivalente al sueldo de cuatro policías locales incluyendo Seguridad Social incluida.

Moción de censura
Salido ha sido perejil de todas la salsas y hasta hace poco fue miembro del equipo de gobierno de Benalmádena con los socialistas e IU. Tras rumorearse en la localidad de que el PP provincial estaba reuniéndose con el dirigente independiente cara a romper el pacto y que Salido se pasaría con armas y bagajes a una operación en favor de una moción de censura, éste lo negó rotundamente de manera reiterada y proclamó su lealtad al pacto. Una lealtad efímera ya que tan solo un mes después Salido, con toda naturalidad, se unía a la conspiración y haciéndose la foto con rostro alegre y ufano con los líderes del PP anunciando la traición en forma de fecha para votar la moción de censura.

"Trabaja pero seguro"
El concejal independiente salió ganando en el pacto. Hoy sigue de primer Teniente de Alcalde pero con más poder, con coche oficial propio y con un servicio de escolta anacrónico en los tiempos en que vivimos pero caro, muy caro para las arcas municipales. "Trabaja pero seguro", rezará su lema de edil camaleónico. La gran diferencia es que hace unos meses rendía cuentas a un alcalde socialista, Javier Carnero , y tras la moción de censura por él propiciada lo hace ahora a una regidora del PP. Según cuentan a él le da igual. La profesión política es la profesión como "la pela es la pela".

Trato de favor por servicios prestados
Hay que cree que en el fondo tanta parafernalia política obedece a un trato de favor por los servicios prestados al PP. Lo cierto es que en un momento en el que se han retirado los escoltas incluso a dirigentes políticos anteriormente amenazados por ETA, parece bastante exagerado que un concejal de Benalmádena mantenga un servicio de seguridad equivalente en su coste al sueldo íntegro de cuatro policías municipales. En concreto ese servicio personal le cuesta al municipio de Benalmádena 200.000 euros al año aproximadamente.

Más privilegios: Coche oficial para él
También el concejal y líder de Unión Centro Benalmádena (UCB), goza de otro privilegio -además de un gran salario mensual- que incluso la propia alcaldesa no disfruta como es el de poseer vehículo oficial a su disposición. Se da la circunstancia de que Salido fue anteriormente miembro del equipo de gobierno con el socialista Javier Carnero al frente de la alcaldía hasta que una moción de censura, por él mismo gestionada, impuso el bastón de mando a la actual regidora del PP, Paloma García Gálvez ¿Trato de favor o pago de servicios prestados?

Predicar sí, ejemplificar no
Todo ello según fuentes recabadas por ELPLURAL.COM hacen que Salido parezca más bien un profesional de la política y un "nuevo rico" de la cosa pública, algo que entraría en clara contradicción con lo que él mismo afirmaba en el acto de presentación de su candidatura municipal: “No podemos permitir que, en el siglo XXI, haya personas pasando hambre en Benalmádena, mientras los representantes políticos del ayuntamiento miran hacia otro lado". Si Francisco Salido mira hacia otro lado o no se desconoce pero que lo hace desde la comodidad del coche oficial, con escolta al lado y con sueldo millonario, sí es seguro. Tan seguro como que con los 200.000 euros que invierte el Ayuntamiento de Benalmádena en los escoltas de su privilegiado concejal se podría quitar mucha "hambre".