Las cuatro novedades más relevantes del nuevo Gobierno de Susana Díaz son estas: amplía en dos las consejerías hasta llegar a 13, incluye ocho nuevas caras, ficha a los rectores de las dos universidades más importantes de Andalucía y recupera a la ex alcaldesa de Córdoba por Izquierda Unida y diputada socialista en el Congreso Rosa Aguilar. La presidenta andaluza ha llevado a cabo, en efecto, una profunda remodelación de su anterior Ejecutivo, pero sin tocar pilares básicos del mismo, como el vicepresidente Manuel Jiménez Barrios y los titulares de las áreas económicas José Sánchez Maldonado y María Jesús Montero. Díaz también mantiene a la granadina María José Sánchez Rubio –aunque restringiendo sus competencias a Igualdad y Políticas Sociales, que ya no estarán unidas a Salud– y al titular de Justicia, el fiscal Emilio de Llera, importante hilo de conexión del Gobierno con el mundo judicial cuando siguen abiertas las dos macrocausas que han marcado la anterior legislatura y seguramente marcarán la actual: los ERE y la formación. SE ACABÓ LA SUBASTA A LA BAJA El nuevo organigrama pone, por lo demás, un poco racionalidad al frenar en seco esa especie de puja que, al amparo de la crisis económica, se había desatado en las administraciones autonómicas a ver cuál de ellas conseguía ser más austera y era capaz de funcionar con menos consejerías. El Gobierno pasa de nuevo a tener 13 consejerías, lo cual le permite a la presidenta cumplir los compromisos que había adelantado el día de la jura de su cargo: que cultura, salud, educación y economía tengan departamento propio, sin compartir contenidos con otras áreas que difuminan su identidad política y hasta su operatividad funcional. ADIÓS JAÉN, HOLA SEVILLA Entre los fichajes más específicamente políticos hay uno singularmente valioso que es el del jiennense Felipe López, expresidente de la Diputación y exalcalde de Alcalá la Real que durante mucho tiempo se resistió a abandonar su Jaén natal para ocupar cargos de responsabilidad en Sevilla, ni siquiera el de consejero del Gobierno andaluz. López se ocupará de una cartera que, además de Fomento, incorpora una materia políticamente muy sensible en estos tiempos como es la vivienda. Su antecesora en el cargo fue Elena Cortés, merced al pacto con Izquierda Unida, y dejó el listón muy alto. Si se exceptúa la polémica del realojo de los vecinos de la corrala Utopía, sobre la que los entonces socios de gobierno siguen manteniendo diagnósticos del todo dispares, Elena Cortés hizo un gran trabajo al frente de Fomento exprimiendo al máximo un prepuesto escaso que ella logró optimizar sin prejuicios ni ideas preconcebidas. LLEGAN LAS CIENCIAS DURAS  Pero la incorporación de dos rectores de gran prestigio académico y procedentes de las ciencias duras es quizá el dato más novedoso del Gobierno. El hasta ahora rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano López, es catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad de Sevilla y tiene una larga trayectoria científica con numerosos trabajos en publicaciones internacionales y en proyectos científicos de su especialidad. Es también licenciado en Economía, que es el departamento al que lo destina la presidenta. De esta forma, la ‘megaconsejería’ que dirigía el catedrático de Hacienda Pública José Sánchez Maldonado adquiere un tamaño más razonable, al quedarse ahora, y con el mismo titular, con Empleo, Empresa y Comercio. En teoría, Sánchez Maldonado parece que sale perdiendo al tener menos competencias, pero en realidad sale ganado porque antes tenía demasiadas. Adelaida de la Calle también viene de las ciencias: es catedrática de Biología Celular en la Universidad de Málaga, cuyo rectorado ocupa desde el año 2004. Su nombre saltó a la actualidad nacional con motivo de la polémica académica y política desatada por el contrato de investigación en la Universidad de Málaga al dirigente de Podemos Íñigo Errejón. La cartera de Educación gana peso al quedar mejor delineada políticamente. Durante el mandato del también malagueño Luciano Alonso el departamento ha estado muy lastrado por la gestión del escándalo de los cursos de formación, cuyo origen sin embargo estuvo en el departamento de Empleo, no en el de Educación. Las competencias en formación regresan de nuevo a Empleo. ROSA AGUILAR: EL REGRESO La recuperación de Rosa Aguilar no figuraba en ninguna de las quinielas, que sí apostaban sin embargo por el rector de la Universidad de Sevilla e incluso de la rectora de Málaga. Aguilar sigue siendo un nombre de referencia en la política nacional, aunque su papel venía estando muy apagado últimamente tras los cambios habidos en el Partido Socialista. Su dilatada experiencia política puede contribuir a recuperar el brillo perdido del departamento de Cultura, que desde hace demasiados años había quedado fagocitado por la escasez presupuestaria y por el hecho de no tener consejería propia. Y lo mismo ocurre con Salud, que recupera identidad al desembarazarse de los servicios sociales. Aunque no fue su primera opción, Susana Díaz se ha inclinado finalmente por ir sobre seguro nombrando a una persona que conoce bien la consejería, donde ocupaba hasta ahora el cargo de viceconsejero. Aquilino Alonso es licenciado en Medicina y Cirugía y máster en Salud Pública y Administración Sanitaria y también dirigió los distritos sanitarios de Loja y de Granada. ALMERÍA: ESTA VEZ SÍ Por lo demás, esta vez la presidenta no ha tenido el descuido de dejar a alguna provincia andaluza sin asiento en el Consejo de Gobierno. Almería se quedó fuera en el Ejecutivo anterior, pero ahora recupera plaza con Carmen Ortiz Rivas al frente de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Ortiz, licenciada en Psicología y funcionaria de carrera de la Universidad de Almería, presidía hasta ahora Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía. Huelva mantiene cuota con la incorporación del eficiente José Fiscal, periodista de formación aunque alejado hace tiempo de la profesión y hasta ahora delegado de la Junta en la provincia. Ocupará la cartera de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. TURISMO SE VA SEVILLA Otra novedad, aunque de naturaleza más doméstica, es el hecho de que la cartera de Turismo deje de estar en manos de un malagueño y pase a un sevillano, aunque la columna vertebral de la consejería seguirá siendo la empresa pública Turismo Andaluz, con sede en la capital de la Costa del Sol. Al frente de Turismo y Deporte Susana Díaz pone a un hombre de partido, muy de su confianza y con experiencia política: Francisco Javier Fernández, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Hispalense y experto en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo, ha sido concejal en el Ayuntamiento de Sevilla y delegado del Gobierno andaluz en distintas ocasiones.