Los cambios que vive la sociedad del momento van de la mano de las nuevas tendencias de consumo y el mundo cofrade ha sabido adaptarse a ellas, de forma que uno de los elementos que marcan la Semana Santa, el capirote, se ha reinventado y ha evolucionado hacia materiales "más flexibles" que buscan la comodidad del penitente.De este modo, a los tradicionales capirotes de cartón les ha salido un competidor que irrumpe con fuerza en este mercado, el de rejilla regulable. Se trata de un sombrero puntiagudo "más flexible y graduable" que permite su reutilización durante varios años.Así lo ha explicado, en declaraciones a Europa Press Televisión, la propietaria del establecimiento cofrade 'Antigua Casa Rodríguez', María del Río, quien ha enumerado los diferentes tipos de capirotes que se venden estos días."En cartón hay de varias formas como el simple, el que lleva badana --que es un refuerzo para que el cartón no se abra-- y el que lleva forro, para evitar el peso en la frente", ha comentado. Sin embargo, hay otros más modernos como el capirote de fibra y el de rejilla. Este último, ha reiterado, "son graduables y últimamente los que más se venden".No obstante, este establecimiento se dedica también al comercio de pelucas para las imágenes y demás artículos que componen el atuendo de los penitentes que realizan su estación en Semana Santa.De este modo, su propietaria ha recordado que desde que se fundó en 1816 visten al cortejo cofrade que acompaña a las imágenes durante los días santos de los pies a la cabeza. Además, lo hacen para diferentes comunidades del país. Por tanto, desde túnicas y capirotes, hasta cíngulos y escudos, este pequeño establecimiento dispone de todo un arsenal de artículos para vestir la Semana Santa.En cuanto al nazareno, ha señalado que el traje típico es la túnica, el capirote y el antifaz, si bien dependiendo de la hermandad a la que se pertenezca varían los complementos. Así, "si la hermandad es de cola el atuendo se complementa con un esparto, pero si es de capa, lleva un cíngulo". A ello, se añade el escudo de cada cofradía y los guantes.No obstante, en estos días "lo que más se llevan son los capirotes", porque los penitentes "suelen dejarlo para última hora". Eso sí, el resto del vestido suelen "tenerlo en propiedad".El atuendo del costalero es más ligero y se compone de "un costal, la morcilla, las zapatillas y la faja tradicional", aunque ha indicado que "ahora se ponen faja ortopédica" para evitar lesiones. Y es que hay que recordar que la mayoría de los costaleros sacan en procesión varios pasos durante esta Semana Santa.El cortejo lo cierran los acólitos y monaguillos, cuyos trajes suelen ser más elaborados, aunque también "depende de lo que marque cada hermandad".HAY UN AÑO PARA AHORRAREn cuanto a precios, son más elevados en las hermandades cuyos atuendos lleven terciopelo, si bien Del Río ha asegurado que "hay un año por delante" para ahorrar y los fieles a la Semana Santa "se van preparando y organizando" para realizar su estación de penitencia. Y es que en Sevilla estas tradiciones se mantienen y pasan de generación en generación "desde los más pequeños".Ejemplo de ello es una familia con tres hijos residentes en Miami que realizaba las últimas compras precisamente en la 'Antigua Casa Rodríguez'. "Yo soy de Sevilla pero vivimos en Miami desde hace mucho tiempo", ha comentado el padre de familia y ha añadido que "cada Semana Santa" intentan desplazarse a la capital andaluza "y vivir las tradiciones de aquí".De hecho, ha dicho que a los niños "les parece algo normal" aunque hayan nacido en Miami y ha recordado que sólo el más pequeño de los tres vivió una anécdota en su primera estación de penitencia. "Lo metimos en la Borriquita con el capirote y el atuendo, y cuando llevaba media hora pidió que alguien le explicara que era esto porque no sabía lo que estaba pasando", ha relatado.Por último, el mayor de los tres hermanos ha admitido que le gusta mucho esta tradición española "porque no mucha gente de Miami hace esto". Además, "me gusta coleccionar cosas como esta bola de cera --mostrando la pelota mientras se la sacaba del bolsillo-- que hace tiempo que la hago y puedes enseñar todo lo que has hecho" durante la celebración de la Semana Santa.