La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, está en la cuerda floja. Quedó políticamente achicharrada con  la promulgación de una reforma laboral regresiva y agresiva contra la clase trabajadora. Una decisión que le ha costado mucho desgaste al Gobierno de Rajoy por la gran movilización ciudadana en su contra y que ha contribuido en su cuota parte a que el Partido Popular no consiguiera su cacareado objetivo de gobernar en Andalucía (y Asturias) tras las elecciones del 25-M. Desde entonces, la estrella de Báñez declina.

Son muchos los rumores en los mentideros políticos que sitúan de nuevo a Javier Arenas en ese departamento tras su enésimo revés electoral en la comunidad andaluza y su salida obligada a la villa y corte madrileña. Quizá para precipitar la caída de la onubense y abrir un hueco a un Arenas desubicado una mano amiga ha filtrado a la competencia un correo de la ministra a un periodista de La Razón con el contenido del ERE que quiere aplicar en sus filas para reducir gastos. Es muy raro que dicho correo personal llegue casualmente a mano del diario El País.

Y como va de ERE, la Cadena Ser nos avanza que la jueza Mercedes Alaya investiga a una empresa de los hermanos de la ministra  dentro de la causa que instruye sobre los expedientes de regulación de empleo irregulares, en concreto, en lo referente a la venta de unos suelos de Mercasevilla, origen de todo el proceso judicial denunciado por la Junta de Andalucía. No quiero ser mal pensado pero… ¿alguien le está moviendo la silla a Fátima Báñez? Ya se sabe que no hay peor cuña que la de la misma madera.