Los periodistas llevan semanas intentándolo, pero sin ningún éxito. La última en hacerlo ha sido Angels Barceló en la cadena SER, que ayer con Juan Espadas y hoy con Susana Díaz ha querido saber si son partidarios o no de que el Gobierno de España indulte a los presos independentistas catalanes condenados a severas penas de prisión por el Tribunal Supremo.

Los intentos de Barceló han sido en vano. Ni Espadas ni Díaz se mojan en una cuestión de la que presumen que la militancia socialista andaluza está en contra.

Y, de hecho, aunque no hay ninguna encuesta que lo certifique, lo más probable es que una mayoría amplia de los 45.000 militantes que votan el domingo quién será el candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta sea contraria a los indultos.

El intenso contacto que los candidatos vienen manteniendo con las bases en las últimas semanas les habrá convencido de que mejor no opinar, pues de hacerlo contentarían a los militantes pero disgustarían al Gobierno socialista o viceversa. 

Ni siquiera el candidato situado más a la izquierda de los tres, Luis Ángel Hierro, quiere pronunciarse sobre el tema. Preguntado días atrás por la periodista Noelia Acedo en La Razón, Hierro es escabullía con esta respuesta: “No es de mi negociado, no me presento a las primarias nacionales”.

No muy distinta es la respuesta que viene dando Juan Espadas. En la entrevista de ayer en la cadena SER contestaba esto: "Es una decisión política que corresponde al Consejo de Ministros que tomará una opción motivada para arreglar la situación en Cataluña. Confío en el criterio del Gobierno. Yo soy de los que respeta la decisión".

En la misma línea pero con excusas algo más trabajadas ha respondido hoy Susana Díaz en la emisora de PRISA. De nada le ha servido a Angels Barceló formular su pregunta de todas las maneras posibles: Díaz se ha enrocado en que los indultos son “competencia del Gobierno, que tiene que meditar, mire lo que digo, meditar, y decidir”.

¿Pero usted es o no es partidaria?, insistía la periodista. “Es que no sé qué hechos tiene sobre la mesa el presidente, no tengo ningún tipo de información aparte de la aparecida en los medios. Mi prudencia no es fruto de las primarias, sino de la experiencia. Cuando la abdicación del rey, Rubalcaba me explicó todos los detalles; si el presidente me llama y me lo cuenta, le daré mi opinión”.

Cabe preguntarse si los militantes socialistas premiarían una mayor franqueza por parte de quienes aspiran a representarlos. Es obvio que los tres tienen su opinión pero ninguno quiere decirla por temor a perder votos o a crearle al Gobierno un problema más. Todos parecen compartir la máxima algo cínica de que en política se debe decir siempre la verdad, pero nunca toda la verdad.