Agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer en Málaga a los padres de un bebé de tres meses por su presunta implicación en los delitos de maltrato infantil y lesiones graves. El Servicio de Protección del Menor de la Junta de Andalucía ha decretado el desamparo provisional del niño y la madre, de 25 años, ha ingresado en prisión, mientras que el progenitor ha quedado en libertad con cargos.

Según han informado desde la Comisaría provincial, una facultativa del área de urgencias pediátricas de un hospital en Málaga comunicó al CIMACC 091, el pasado día 11 de julio, sobre las 12.00 horas, que estaba tratando a un bebé de tres meses de edad con signos evidentes de maltrato.

Los padres del bebé ya fueron detenidos en 2016 y condenados por homicidio imprudente de otra hija, también de tres meses. El padre biológico de la niña fallecida no es el progenitor del niño del caso actual.

La Audiencia Provincial de Málaga les condenó en 2018 a 20 años de prisión por asesinato, pero un año más tarde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía rebajó la concena a cuatro años al entender que se trató de un homicidio imprudente y no de un asesinato. La madre quedó en libertad en 2019, si bien el fallo judicial fue recurrido por la Fiscalía.

En el caso actual, el bebé dormía atado en una silla de paseo porque no tenía ni una cuna y tampoco recibía una buena alimentación, que se basaba en leche desnatada de la marca del supermercado y cereales con miel.

El niño había sido trasladado al centro médico por el padre, que refirió que se le había resbalado de los brazos de manera accidental, han apuntado en un comunicado. Según las diligencias practicadas por agentes del Grupo de Menores de la Comisaría Provincial de Málaga, el bebé ingresó en el hospital con fractura del fémur de la pierna izquierda y fractura de la tibia derecha.

Los hechos investigados tuvieron lugar en el domicilio familiar, una vivienda de dos habitaciones donde conviven habitualmente hasta once personas, entre ellas la abuela materna, tres tíos con sus respectivos hijos, así como los progenitores del bebé de tres meses. Los investigadores se entrevistaron con los padres del niño dando ambos explicaciones contradictorias e incompatibles con el origen de las lesiones.

Agentes del Grupo de Menores, junto a Policía Científica, llevaron a cabo la reconstrucción de los hechos en el domicilio familiar. Así, el padre refirió que el pequeño se le resbaló de los brazos cuando disponía a darle un biberón, tomándolo en ese momento de una sola pierna con una mano y parte de la cintura y baja espalda con la otra, produciéndose una brusca rotación de la pierna del niño. El incidente se produciría mientras la madre se duchaba, no acompañando esta a su pareja y a su hijo al hospital.

Según las diligencias practicadas, en la que se ha contado con la valoración de los facultativos, que visionaron junto con los agentes la reconstrucción de los hechos, la fractura del fémur, ocasionada por rotación, podría justificarse con la versión ofrecida por el padre del bebé, no así la de la tibia, fractura en forma de asa de cubo, típica de maltrato infantil.

En el transcurso de la investigación se efectuaron, además, varias tomas de declaraciones a familiares que vivían con el niño y sus padres, ofreciendo versiones diferentes en varios aspectos.