Ha sido la venganza del presidente: no acudir al Pleno monográfico sobre la situación de la sanidad que habían forzado el PSOE y Unidas Podemos al exigir una sesión extraordinaria que finalmente pudo celebrarse merced al apoyo del exsocio ultraderechista del Gobierno.

Para Juan Manuel Moreno, el Pleno de hoy evidencia que en el Parlamento se habría producido un hecho políticamente excepcional: “una pinza de PSOE, Unidas Podemos y Vox”. A los tres partidos culpa conjuntamente el presidente de un virtual adelanto electoral que, en realidad, vendría provocado por una circunstancia bastante ordinaria en la vida política: que el Gobierno se ha quedado en minoría porque uno de los tres partidos que lo apoyaba ha dejado de hacerlo.

Previamente a la convocatoria del Pleno, a las dos de tarde, Juan Manuel Moreno tenía este viernes dos citas en su agenda, aunque ninguna de ellas era urgente o irrenunciable: una reunión técnica con el gobernador del Banco de España para hablar de la emisión andaluza de deuda y un acto electoral en Salamanca en apoyo del candidato del PP a la Presidencia de Castilla y León.

Como era de prever, la ausencia de Moreno ha devaluado políticamente el Pleno, donde, como había adelantado el presidente en una entrevista a primera hora de la mañana, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha anunciado que el próximo Consejo de Gobierno aprobará un Plan de Respuesta de la Incidencia Covid-19 en Atención Primaria que incluirá el refuerzo de la plantilla de personal, cuya actividad ordinaria se ha incrementado un 29,3%, según el consejero. Toma nota así el Ejecutivo de las muchas críticas que le han llovido por despedir a 8.000 de los 20.000 sanitarios contratados para hacer frente  la pandemia.

Al Gobierno y a su presidente les ha molestado especialmente la convocatoria de un Pleno celebrado en medio de un generalizado clima preelectoral y focalizado en lo que profesionales, sindicatos, oposición y usuarios vienen denominando “colapso” de la atención primaria y las urgencias hospitalarias. El Ejecutivo atribuye el deterioro a la duración e intensidad de la sexta ola del Covid-19; sus críticos, a la falta de compromiso en la contratación de personal.

Quien sí estaba en el salón del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sentado en la tribuna de invitados, era el líder de la oposición, Juan Espadas, que ha criticado con dureza la espantada de Moreno: “Esperábamos que diera la cara y explicara qué modelo sanitario defenderá en las elecciones”.

En la misma línea han ido los portavoces de los grupos parlamentarios. La socialista Ángeles Férriz, ha reprochado al presidente su “soberbia y arrogancia imperdonables, dejando plantada a su tierra y eligiendo Castilla y León”. Férriz considera que Gobierno andaluz está "desmantelando la sanidad pública en su cara, con la extrema derecha oportunista como su mejor aliado".

La portavoz de Unidas Podemos por Andalucía, Inmaculada Nieto, también le ha afeado a Moreno “sus mentiras y su soberbia” yéndose a “hacer campaña” a Castilla y León con Pablo Casado. Igualmente, el portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, ha criticado la ausencia del presidente y ha recalcado que si se celebraba el Pleno era “porque Vox quiere”.

Mientras, para el consejero de Salud y los portavoces de PP y Cs “el tripartido” había forzado la sesión por razones meramente electorales y para desgastar al Ejecutivo. “A ellos sólo les interesa intentar arañar votos con la pandemia; al Gobierno andaluz le ocupa gestionar una pandemia mundial que afecta a la salud de los andaluces", ha dicho Aguirre.