El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán podría ultimar su entrada en prisión para cumplir condena por el caso ERE. Así las cosas, si no tiene lugar ningún hecho inesperado pasará entrar en la cárcel. Con todo, la Audiencia de Sevilla pide otro informe sobre si debe o no pisar la prisión tras acabar el tratamiento. 

El hecho llega después de que su defensa haya comunicado un escrito acompañado de documentación médica en el que informa que ha concluido las sesiones de radioterapia por el cáncer de próstata que padece. Ahora, tal y como revela el texto, solo tendrá que seguir un tratamiento farmacológico y ejercicios rehabilitadores. Eso sí, está por ver si esto “es compatible con el ingreso en prisión”.

El que fuera responsable de la comunidad del sur está condenado a seis años y un día de cárcel por el procedimiento específico de financiación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos. Los últimos detalles figuran en una nueva providencia de fecha 2 de mayo, difundida por la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que sigue a la petición de dicha instancia a la defensa de Griñán para que aportase "todos los informes médicos de los que disponga a fin de proceder a un nuevo reconocimiento médico por parte del Instituto de Medicina Legal (IML)", siempre para resolver si el expresidente puede ser tratado en prisión del cáncer de próstata que sufre y que alega para reclamar la suspensión de su pena de cárcel.

A partir de aquí el actual documento remitido por la defensa de Griñán solventa que “el plan de actuación consiste tan sólo en tratamiento farmacológico y ejercicios rehabilitadores", con lo que ordena dar traslado de esta documentación al Instituto de Medicina Legal, para que el mismo, "a la mayor brevedad posible", informe sobre si “el tratamiento que se prescribe es compatible con el ingreso en prisión, a efectos de resolver sobre la suspensión" de la pena de cárcel solicitada por el expresidente andaluz por el cáncer de próstata que padece.

Ello, después de que recientemente la Audiencia diese cuenta de la documentación emitida por el Centro Penitenciario de Sevilla tras serle requerido en enero un informe "sobre la posibilidad de tratamiento" en la cárcel de la enfermedad alegada por el expresidente andaluz para solicitar la suspensión de su pena de prisión.

En su informe, el Centro Penitenciario de Sevilla exponía que la atención médica "especializada" dispone de convenio con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para derivar pacientes encarcelados a los "servicios especializados" de los hospitales Macarena y Virgen del Rocío, incluyendo en el "proceso de atención integral" acordado los "procedimientos terapéuticos tales como sesiones de quimioterapia o radioterapia", entre otros aspectos.