En los cenáculos políticos se escucha que Rajoy, preocupado por la deriva nacionalista y segregacionista que se le viene encima y, viendo que los miembros del Gobierno y los actuales dirigentes del partido son incapaces de solucionarlo, convirtiendo en un carajal institucional los conflictos políticos, habría encargado a Javier Arenas una labor de mediación y de bombero apafuegos. Por eso hoy tal vez ha hablado aunque con un tono que aparentemente tiene poco de conciliador con los nacionalistas y con la propia oposición socialista.

Imitador de Wert
Y es que Arenas ha intervenido para seguir la senda del ministro Wert. Enfrentado con De Cospedal, fiel aliada ahora de su sucesor en Andalucía, Arenas busca su hueco. De momento ha recuperado la voz política para dar clases de españolismo afirmando que el PP es el "único partido con el mismo discurso en toda España". Toda una declaración de nacionalismo uniforme, rancio y centralista. Como demostración de ello el vicesecretario de política autonómica y local del PP ha puesto de ejemplo que en las elecciones de Cataluña, País Vasco y Galicia el PP ofrece la "Constitución, convivencia, austeridad y reformas".

Alusión a los independentistas
En su intervención en la reunión de la interparlamentaria del PP andaluz, Arenas ha defendido que el PP debe concentrar los esfuerzos, "con mucho orgullo", en la "defensa del proyecto de convivencia para todos los españoles", que tiene su origen en la Constitución española. Según el dirigente del PP, actualmente hay dos opciones: la que pretende "dividir con aventuras independentistas" y la que apuesta por el Estado autonómico "corrigiendo sus defectos".

Críticas al federalismo del PSOE
A esto se añade una "tercera vía", la del federalismo, propugnada por el PSOE, que, según Arenas, "no definen porque puede ser que no signifique más que centralismo puro y duro". Para Arenas hay pocos Estados federados en el mundo que tengan el porcentaje de gasto público que tienen las comunidades autónomas españolas y ha afirmado que "los nacionalistas jamás soñaron hace treinta años con el nivel de competencias que tienen hoy con la Constitución española".