El pueblo andaluz ha respondido. De nuevo, colapsando las calles en defensa de una Sanidad Pública que el Partido Popular, por mucho que Moreno Bonilla intente maquillar el relato, hace años que tiró a la basura. Decenas de miles de personas han salido este domingo a desafiar a la Junta en las ocho provincias. Una réplica de la ciudadanía que zarandea San Telmo y el Palacio de Congresos de Sevilla, donde el presidente autonómico clausuraba junto al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, el cónclave del PP regional, que se ha saldado con el abrumador respaldo a su barón principal. Pero el foco no estaba tanto en un Congreso donde se ha minimizado el impacto que los tijeretazos a la Sanidad andaluza han provocado en las afectadas por el escándalo de los cribados. Una enmienda a la totalidad de la ciudadanía que clarifica un mensaje que los conservadores aún no han comprendido: “El pueblo está en la lucha”.
Andalucía ha salido en tromba este domingo a las calles de sus ocho provincias para mandar un mensaje contundente a la Junta: con la Sanidad Pública no se juega. Marea Blanca y los sindicatos, UGT y CC.OO., convocaron una manifestación multitudinaria para este domingo en defensa de un sector denostado por la derecha. Lo han hecho mientras en el Palacio de Congresos de Sevilla, el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, autorreivindicaba al Partido Popular como único garante de unos servicios públicos cada vez más mermados. Buena prueba de ello es la asistencia masiva de los andaluces a las marchas convocadas, con cifras que se aproximan a las 30.000 personas, entre las que han destacado rostros conocidos de la política regional, como el de la portavoz socialista en el Parlamento, María Márquez.
Mensaje a Moreno Bonilla
Precisamente ha sido Márquez quien ha canalizado el sentir de los manifestantes ante los medios de comunicación, con un rotundo mensaje con remite a Moreno Bonilla: la crisis de los cribados no está “cerrada”. Por ello, ha exigido al Gobierno autonómico que asuma su responsabilidad y que su mayoría absoluta permita la creación de una comisión de investigación en el Parlamento andaluz sobre el caos sanitario que vive la región, acentuado por el escándalo de los cribados. La vicesecretaria general de los socialistas ha puesto en valor la respuesta de la ciudadanía, lamentando que el presidente de la Junta se abone al “manual del Ventorro” para “despreciar a las víctimas” y ocultar la “verdad”. “Nos miente en la cara”, ha verbalizado.
En el PSOE contrastan la actitud de un Moreno Bonilla, “encerrado” en su palacio de cristal junto a Feijóo para recibir el calor y el “aplauso fácil” de los suyos, con la realidad de un pueblo que este domingo ha exhibido de nuevo su “indignación” ante el enésimo atropello de lo público. De ahí, que Márquez catalogue de “insoportables” las declaraciones del presidente de la Junta en el cónclave conservador, donde no sólo afirmó que la crisis “estaba resuelta”, sino que también situó al Partido Popular como el mejor gestor y protector de lo “público”. Al margen de dibujar una narrativa de una “UTE” de partidos que pretende derribar su mayoría absoluta, despreciando – una vez más – a las afectadas por los fallos con los cribados del cáncer de mama.
“Seguimos sin recibir la llamada para repetirnos las mamografías. Seguimos sin tener respuesta más de un mes después de cuántas mujeres afectadas hay, cuántas mujeres con cáncer lo sabían”, censuraba Márquez, quien al mismo tiempo apostillaba que este escándalo es el “más grave” que ha ocurrido en Andalucía en las últimas décadas. Por ello, sintonizando su mensaje con las proclamas que emanaban de las marchas, exigen conocer “la verdad” y la garantía de que los servicios públicos andaluces “sean de calidad”. “No esperamos nada de Moreno Bonilla. La única manera de salvar la Sanidad es echar a su Gobierno”, remató.
Grave crisis
El manifiesto con el que se convocaban las protestas dibujaba un panorama que se aleja de la narrativa de la Junta. Es decir, una sanidad andaluza sumida en una “grave crisis” tras un “deterioro” no sólo cronificado, sino también “planificado”. Tesis que se erigen sobre los escándalos como el de la detección precoz del cáncer de mama”, que ha dejado un reguero de afectadas que aún continúan sin recibir una solución por parte de las instituciones.
Pero el escándalo no es sino la “punta del iceberg” para convocantes, oposición y asistentes. La sensación entre el pueblo andaluz es que el deterioro de la Sanidad se ejemplifica con el “fracaso de la política del Gobierno” de Moreno Bonilla. Así, “en defensa de nuestra Sanidad Pública, las ocho provincias andaluzas han sincronizado su voz para hacerle saber al presidente de la Junta que “el pueblo está en lucha”.
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