La alcaldesa de Almonte no se fía de los rocieros con segunda residencia en la aldea de El Rocío y tentados de trasladarse a ella con motivo de la Semana Santa. Tampoco se fía de quienes seguramente planean en estos días desplazarse hasta Matalascañas, conocida popularmente como 'la palya de Sevilla'.

Rocío del Mar Castellano quiere que la Guardia Civil no solo refuerce los controles de las carreteras de acceso a la aldea, sino que cierre los caminos rurales que llevan a ella.

Así lo ha reclamado oficialmente la regidora almonteña a la Subdelegación del Gobierno. Hay que evitar por todos los medios “que siga entrando gente” a la aldea y al núcleo veraniego de Matalascañas, donde muchos sevillanos tienen una segunda residencia.

"Todos los días está entrando gente en Matalascañas y en El Rocío, nos lo dicen los vecinos", informa el Ayuntamiento de Almonte en una nota donde también recuerda que viene denunciando esta situación desde el pasado 28 de marzo, llegando incluso el porpio gobierno local a cortar diversos accesos.

Lamenta el Ayuntamiento haberse visto obligado a dar marcha atrás en la restricción de la circulación en los caminos tras advertirle la Subdelegación de que “las competencias para poder adoptar esas medidas están en manos del Gobierno de la Nación".

En todo caso, recuerda el Consistorio, con el puente festivo que comienza esta tarde de Miércoles Santo "va a seguir entrando gente en ambos núcleos urbanos y para la Policía Local es imposible hacerse cargo de la vigilancia de todos los caminos".