La noticia acaba de conocerse y ya está incendiando las redes sociales en plena polémica por el encarcelamiento de dos titiriteros granadinos por supuesto enaltecimiento del terrorismo. Según publica el diario Ideal, J. L. D, el presunto neonazi asturiano que fue juzgado en Granada por una falta de amenazas ha sido condenado a una pena bastante asequible: a pagar una multa de 120 euros por haber publicado un tuit en el que decía que la exconcejala de Izquierda Unida en la capital, Maite Molina, acabaría pudriéndose en cal viva. Seún recoge el rotativo granadino, "el ahora condenado tenía antecedentes policiales por, presuntamente, participar en agresiones a militantes de la izquierda asturiana". Maite Molina interpuso su denuncia en 2012 después de que el usuario de Twitter luego juzgado asegurara a la concejal que "iba a morir", que "iba a acabar en una fosa" y que se "iba a pudrir en cal viva". El propio autor de las amenazas tomó la precaución de suprimir su comentario, y lo mismo hizo con su cuenta de Twitter. Según pudo comprobar la propia Molina, en la cuenta de la red social se advertía que su titular era una persona "rodeada de símbolos nazis". Molina, según recoge Ideal, dijo que sintió miedo después del 'tuit' especialmente por la foto de una esvástica del perfil del denunciado, José Luis D.R., que no se personó en el juicio pero sí formalizó alegaciones a la causa por escrito. En su defensa alegó "que no existió el delito de amenaza porque no podría causar daño a la exconcejal, subrayaba que lamentaba lo acontecido y pedía perdón". Sin embargo, la concejal aludida nunca creyó que las amenazas se debieran a un "calentón" en una discusión. De haber sido un calentó, argumentó Molina, no se habría tomado el trabajo de "suplantar su identidad para desprestigiarla".