En la madrugada de hoy a mañana, hace 80 años, la irracionalidad fascista perpetró el crimen cultural más grave de los acontecidos en este país. Mataron a un ruiseñor, truncaron la vida del poeta más vitalmente alegre, más lúcido y más leído de todos los tiempos que jamás tuvo España. Fusilaron a Federico García Lorca, lleno de vida a sus 38 años, el gran poeta granadino.

Se le vio, caminando entre fusiles
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle a la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—.
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, ¡en su Granada!...    

Esta estrofa salida del alma y de las entrañas rasgadas por el dolor de Antonio Machado, fue el recuerdo amargo que el poeta sevillano dedicó años después a su amigo de Fuente Vaqueros en su poema "El crimen fue en Granada". En el 80 aniversario de su vil asesinato ELPLURAL ha querido rendir homenaje a Federico relatando algunas de las claves de su asesinato y de su vida.