El Ayuntamiento de Madrid sólo preparó un dispositivo especial con 200 agentes de la Policía Municipal adicionales para custodiar las calles el día que finalizó el estado de alarma y en el que se vieron indignantes celebraciones con aglomeraciones, sin mascarilla y sin distancia de seguridad. El Consistorio dirigido por José Luis Martínez-Almeida solamente reforzó un 3,17% más la seguridad el pasado sábado, a pesar de que se hablase de un posible riesgo de botellones.

Tanto el Ayuntamiento de la capital como desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha responsabilizado al Ejecutivo central de las aglomeraciones que se dejaron ver. Fuentes del equipo de Almeida aseguran a ElPlural.com sobre la falta de efectivos para evitar las aglomeraciones que “a la Policía Nacional no hay que pedirle ayuda”. “Todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado deben actuar de oficio si sus mandos lo consideran pertinente”, añaden.

Enrique López, consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, ha ido por el mismo camino para justificar lo sucedido. Ha exigido a la Delegación del Gobierno aumentar “la coordinación con las Policías Locales, asumiendo la corresponsabilidad para evitar aglomeraciones”. López ha pedido al Gobierno Central, a través de su delegada del Gobierno, “que colabore y se corresponsabilice con el cumplimiento de la ley para eliminar los riesgos de la salud pública”.

Pero desde la Delegación del Gobierno han indicado a este medio que las competencias de lo ocurrido el sábado las tenía el Ayuntamiento de Madrid y la Policía Nacional se desplegó, como cada fin de semana, de forma preventiva, pero la Policía Municipal no pidió ayuda.

De cara al próximo fin de semana, que coincide con la festividad por el santo de Madrid, San Isidro, las mismas fuentes señalan que el próximo miércoles el alcalde se reunirá con la delegada del Gobierno para hablar sobre el dispositivo de seguridad que se despliegue entonces.