La Puerta del Sol de Madrid acoge este miércoles a las 19:30 horas una manifestación histórica en la capital, convocada con el objetivo de mostrar firmeza ante el intento de retroceso en derechos alcanzados en la historia. Concretamente, esta concentración llega ante el debate que se espera en la Asamblea de Madrid para este jueves tras el registro de Vox de su propuesta bautizada como ‘Ley Integral de Igualdad y no Discriminación’, con la que se pretenden derogar las leyes LGTBI y Trans vigentes en la región desde 2016.

Isabel Díaz Ayuso ha aceptado reformar -y ha asegurado no derogar tras la polémica generada- estas leyes que se aprobaron durante el mandato de Cristina Cifuentes como cesión a cambio de que Vox apoye los Presupuestos de la región para 2022. Las asociaciones del colectivo LGTBI han alzado la voz y han convocado esta manifestación para dejar claro que sus derechos no se negocian. Así, partidos como PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos han mostrado su apoyo y asistirán a la concentración.

Alejandra Jacinto, coportavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, ha concedido una entrevista a ElPlural.com en la que ha hablado de los derechos que hay en juego, de la conexión entre Ayuso y Vox y de las consecuencias fatales que puede tener el blanqueamiento de los discursos de odio de la extrema derecha.

PREGUNTA: ¿Qué derechos de las personas LGTBI están en juego y cuál es la importancia de manifestarse este miércoles en la Puerta del Sol?

RESPUESTA: Es muy importante manifestarse para demostrar la unidad de todo el movimiento LGTBI, de las personas que defendemos la igualdad, los Derechos Humanos y los avances en derechos civiles frente a este retroceso que quiere imponer Vox y al que está dispuesto a abrir la puerta el PP. Quiero llamar la atención en que la derogación de las leyes LGTBI y Trans se produce en el marco de una supuesta ley de “igualdad” que, sin embargo, busca acabar con la igualdad entre hombres y mujeres y con la lucha contra la violencia de género.

Los derechos en juego son todos los que se recogen en las dos leyes mencionadas. Desde derechos de reconocimiento, a sanitarios, culturales, deportivos, etc. La prohibición de las llamadas terapias de reconversión, por ejemplo, que está en estas leyes, desaparece. Ahora falsos médicos o religiosos pueden intentar “curar” a estas personas con terapias que no dejan de ser una forma de tortura.

P: Ayuso ha asegurado que no se van a derogar estas leyes pero sí se abre a reformarlas. ¿Qué aspectos cree que pueden reformar?

R: El solo hecho de que acepten el planteamiento de Vox y se presten a debatir un retroceso en materia de igualdad es algo que no se ha visto nunca desde la Transición. El PP no provoca avances pero cuando llegaba al poder tampoco se atrevía a plantear retrocesos. Era un consenso social en el que no se permitía retroceder. Lo grave es el hecho de someter a debate Derechos Humanos.

No sabemos qué aspectos concretos quieren derogar o modificar porque, por el momento, no se atreven a decirlo.

P: La presidenta también insiste en no colectivizar a las personas LGTBI explicando que “no son ni extraños ni diferentes”. ¿Por qué cree que lo hace y qué supone desmovilizar a un colectivo?

R: Es la última estupidez que se le ha ocurrido para justificar abrir las puertas al retroceso, insisto, de personas LGTBI, pero también de las mujeres, de las que dice lo mismo, que no hay que colectivizarlas. Ahora Casado ha copiado la estrategia. Parten de la base de que hay igualdad entre todas las personas y por tanto, todas las políticas específicas o de acción positiva son innecesarias, lo que hace que no se pueda reconocer la desigualdad y se ahonda en ella. Básicamente, esta teoría implicaría negar incluso la violencia de género, los delitos de odio, etc. Va contra toda la normativa europea e internacional. Y, sobre todo, tratan de ocultar que nunca, jamás, se ha conseguido un solo derecho en soledad. Los derechos se pelean en común.

P: La propuesta de Vox eliminaría la norma de evitar que se mutile a las personas intersexuales hasta que estas autodeterminen su identidad sexual.

La propuesta de Vox propone derogar las leyes íntegras, con lo que se pierde todo lo que estas conllevan. Si se deroga esta norma podríamos volver a la práctica de mutilar a los bebés intersexuales.

P: ¿Cree que ya es dar un paso atrás en la democracia que se dé pie a debatir este jueves la propuesta de la extrema derecha?

R: Desde luego que sí. Para la sociedad supone un paso más en la normalización de los discursos de la reacción y, sobre todo, debatir sobre derechos humanos da pie a que los discursos de odio se hagan más fuertes. Los discursos de odio son la antesala de los delitos de odio, de las agresiones. En un país que era pionero en el mundo en aceptación de las personas LGTBI y en feminismo, esto supone dar alas a la intolerancia y a los fanáticos.

P: ¿Por qué a pesar de que en Madrid las leyes LGTBI y Trans llevan aprobadas años no han sido muy eficaces para cumplir sus objetivos? ¿Falta voluntad política con la realidad de las personas LGTBI? 

R: Claro que ha faltado voluntad política. El PP aprobó aquellas leyes que, de hecho, eran “sus” leyes, pero nunca le gustó que fueran tan lejos y jamás tuvo voluntad de cumplirlas. No obstante, suponían un paso adelante muy importante en el reconocimiento de las personas LGTBI y de la diversidad sexual. En Madrid, desde la llegada de Vox, estamos retrocediendo 40 años.

P: El PSOE ha presentado en el Congreso la Ley Zerolo. Sin embargo, los colectivos piden históricamente una Ley LGTBI y una Ley Trans, ¿qué es para Podemos lo más conveniente? ¿Debe el Gobierno blindar los derechos LGTBI para evitar cuestiones como esta?

R: El propio Pedro Zerolo querría leyes LGTBI y Trans. Los colectivos preferían dos leyes separadas porque las personas trans creen que es lo más adecuado, y nosotras también lo creemos.  

Lo importante es trasladar un mensaje de tranquilidad a todas las personas LGTBI que se sienten amenazadas por estos planteamientos reaccionarios y decirles que desde el Gobierno de coalición no se va a permitir dar ni un solo paso atrás en derechos civiles y, es más, se van a apuntalar en esta nueva ola de derechos feministas que está generando el Ministerio de Igualdad.

P: En otras comunidades en las que gobierna el PP no se ha llegado a estos niveles de dar pie al recorte de derechos alcanzados, ¿por qué cree que en Madrid sí?

R: Porque Ayuso es la más derechista de los presidentes del PP, es una extremista y porque, además, está jugando la baza de ampliar su base social a costa de los votantes de Vox con un estilo trumpista en el marco de una guerra interna con su propio partido.

P: ¿Cree que Ayuso se siente cómoda con los postulados de la extrema derecha? ¿Hasta qué punto cree que Vox tiene tiene influencia sobre el Gobierno de Ayuso?

R: Totalmente. No hay ninguna diferencia entre ella y Monasterio. Es más, siempre lo hemos dicho, Ayuso es la mejor candidata de Vox.

A Ayuso no le hace falta Vox para hacer políticas ultraderechistas, son las suyas. No hay más que ver que no aguantó con Ciudadanos, y ya hemos visto lo que es Ciudadanos, otro partido de derechas, pero que ante el extremismo de Ayuso se quedaba corto. Ayuso tiene un pacto de gobierno con Vox, pero si no lo tuviera haría las mismas políticas.

P: En los últimos meses se ha visto un incremento notable de agresiones homófobas. ¿Cuáles son las causas? ¿Es Madrid una región segura para las personas LGTBI?

R: Sigue siendo una región segura pero es verdad que la confianza es muy frágil y que hay gente que ya tiene miedo. Han convertido una ciudad y una región que era un ejemplo en el mundo en un lugar en el que el gobierno y las autoridades son hostiles a las personas LGTBI. Si contemporizas con esos discursos, si te permites tener discursos homofóbicos, machistas y transfóbicos, habrá más agresiones. Los discursos de odio dan pie a los delitos de odio.

P: ¿Se puede llegar a una situación como la que se vive en Polonia o Hungría con los derechos de las personas LGTBI?

R: Quieren convertirnos en Polonia o Hungría, esos son sus modelos. Afortunadamente, no creo que lo consigan. El cambio es irreversible y la mayoría social y política no lo va a permitir.

P: ¿Cuáles son las mejores medidas, herramientas o políticas para combatir el odio que difunde la extrema derecha?

R: La educación es una de ellas pero la más importante es no dejar espacio a que estos discursos y prácticas se difundan e incluso se normalicen. A que la puerta de la reacción no se abra ni una rendija, a que haya unidad en los demócratas para defender estos avances como las conquistas que son y no nos permitamos ni un paso atrás.

P: ¿Por qué cree que la izquierda no consigue triunfar en la Comunidad de Madrid? ¿Cree que concurrir a las elecciones con una coalición de izquierdas mejoraría los resultados?

Yo creo que 26 años de sucesivos gobiernos del PP le han servido al Partido Popular para crear un conglomerado de estructuras, redes clientelares y, en definitiva, estructuras de poder mediático y económico que son difíciles de desmontar. No hay que olvidar que, sin embargo, todos sus líderes han ido cayendo por sucesivas corruptelas. Parece que la corrupción va en el ADN del Partido Popular y eso, antes o después, acabará afectando a la presidenta actual. No obstante, nuestra labor está siendo capaz de erosionar y evidenciar el fracaso de sus políticas públicas, y en ese sentido todo lo que sea aunar fuerzas en base a unos objetivos políticos compartidos es una buena idea.