Los sanitarios castellanos y leoneses sufrieron en 2021 un porcentaje de agresiones físicas que supera en cuatro puntos la media nacional, situada en el 15%, según los datos comparativos facilitados por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
Es decir, de cada cien agresiones, 19 fueron físicas, frente a las 15 registradas en el Sistema Nacional de Salud.
Los datos referidos a 2022 tampoco son halagüeños: 614 trabajadores de la Sanidad Pública, en un total de 535 incidentes registrados, la mayoría en hospitales, habían sido agredidos en la Comunidad a fecha 30 de septiembre, frente a los 444 casos de 2021.
De esos 614 profesionales agredidos, 352 lo fueron en el ámbito hospitalario, un 57,3 % del total (218 el año pasado). En Atención Primaria se ha registrado 261 agresiones, un 42,5 % del global (frente a 225 de 2021), y en Emergencias Sanitarias no hubo ninguna.
Así como en 2021 el principal incremento en el número de trabajadores agredidos se produjo en Atención Primaria (+63 %), este año, el aumento más importante ha tenido lugar en hospitales (+61,5 %).
Las agresiones a los trabajadores de Sacyl acumulan ya un total de 259 sentencias judiciales condenatorias y otras 119 sanciones de tipo administrativo, según los datos actualizados por la Gerencia Regional de Salud a 30 de septiembre de 2022, que fueron analizados hace unos días en la reunión de la Sección de Agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de la Comunidad de Castilla y León.
El Código Penal introduce todos los supuestos de agresión, empleo de violencia o amenazas graves sobre el profesional sanitario, reflejando que se considerarán actos de atentado los que se cometan cuando el trabajador se halle en labores de su cargo, en el ámbito de la asistencia sanitaria pública, con penas para el agresor de uno a cuatro años.
Por categorías profesionales, los 614 trabajadores agredidos se distribuyen de la siguiente manera: 177 médicos (162 año pasado), 251 enfermería (161), 94 TCAE (48), 37 celadores (30), 43 personal administrativo (37) y 12 otro personal (6).
Un dato llamativo es el de la clasificación por sexos de los profesionales agredidos: 89 agresiones fueron contra hombres (el 14,5 %), mientras que 525 (el 85,5 %) fueron contra mujeres, con enfermeras (227) y médicas (127) en primer lugar.
Un peligroso caldo de cultivo
En cuanto a las causas registradas como posibles desencadenantes de las agresiones, los datos oficiales del balance enero-septiembre de 2022 señalan a la “disconformidad con la atención recibida”, seguida por un “trastorno del usuario” o por “no atender sus demandas”. Otras causas que aparecen se refieren a disconformidad con el trato, tiempo de espera o conductas problemáticas y/o adicciones del paciente.
Desde UGT, el secretario de Sanidad en Castilla y León, Miguel Holguín, es mucho más específico analizando la “disconformidad con la atención recibida”, y señala que en la Comunidad se ha generado un caldo de cultivo que “hace que la gente acabe estallando”, producto de la falta de presencialidad en las citas de Atención Primaria y la presión que sufre esa primera línea, a la que no da salida, y que, por tanto, se traslada hacia los hospitales.
De ahí que también en las agresiones en el entorno hospitalario los índices de Castilla y León estén por encima de la media nacional.
A eso, afirma Holguín, hay que sumar las listas de espera, que no mejoran, la sensación muy extendida, de que la Sanidad Pública “cada día va peor”, y también algo de lo que no se habla, señala: las condiciones psíquicas de los agredidos.
“No se pregunta a los trabajadores en qué condiciones se encuentran, cuál es su estado emocional” para intentar desentrañar el porqué de ese descontento con el trato recibido o con la atención que prestan los profesionales, lo que se traduce en amenazas, insultos y agresiones.
El responsable de Sanidad en UGTCYL añade que, además, subyace mucho más de lo que se ve, puesto que existe una “infranotificación” de casos: los datos de SACYL provienen de partes de agresión de los propios trabajadores, pero hay muchos otros que no se recogen, asegura.
“El presidente Mañueco”, concluye, “sigue presumiendo de la mejora de la Sanidad según sus encuestas, pero que las agresiones a los sanitarios aumenten, es un signo inequívoco de la falta de salud de la Sanidad Pública en la Comunidad que la gente paga con quien tiene enfrente: los insultos y vejaciones a los profesionales son la encuesta más fidedigna”.