El campo magnético de la Tierra no solo nos protege de ser fundidos por las oleadas solares. También nos proporciona el mayor espectáculo de la naturaleza: las auroras boreales. Esas ondas de colores iridiscentes que recorren las zonas polares y que nos muestran en realidad solos los insignificantes habitantes de un planeta afortunado.
Las auroras boreales se producen cuando las partículas cargadas del Sol chocan contra la magnetosfera de la Tierra. Las radiaciones solares son desviadas a lo largo del campo magnético y se acumulan en las zonas polares.
Y así se va almacenando la energía hasta un punto en el que se desata y se dispara en forma de radiaciones electromágnéticas que barren las ionosfera. Las partículas cargadas de esta zona reaccionan emitiendo luz de distintos colores en función de los átomos y moléculas activados por las radiaciones.

La aurora boreal desde la Estación Espacial Internacional

Pero hay una forma más espectacular de ver una aurora boreal. Desde fuera. Desde la Estación Espacial Internacional. Es lo que nos muestra el vídeo del astronauta italiano Paolo Nespoli. O más que el vídeo, la composición que ha creado a partir de 711 imágenes superpuestas en un timelapse. Se trata de una alucinante secuencia en la que las partículas barridas por el viento solar recorren el polo norte. Como si fuera una película de ciencia ficción, una de las parte de la estación sirve para encuadrar el lugar desde el que se captan. Es lo que él mismo ha descrito en su cuenta de Twitter “un espectáculo de belleza fuera de este mundo”, haciendo un certero juego de palabras. Nespoli se encuentra realizando su tercera misión espacial dentro del programa de la Agencia Espacial Europea. Las imágenes que ha captado encajan con su objetivo en la estación. El estudio científico del comportamiento en microgravedad de elementos biológicos y diferentes metales. [embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=XzBp6Bt503o[/embedyt]