La pasada semana recibimos en la redacción de ELPLURAL.COM un correo electrónico de un despacho de abogados por el que se nos solicitaba la retirada de una información que este periódico publicó el pasado 6 de febrero de 2015, titulada “Dionisio Ramos, el presidente del tribunal que ascendió a Cristina Cifuentes, debió abstenerse, según la ley, por ser amigos”.

Un borrado con efecto retroactivo

En realidad, los abogados lo que nos hacían llegar era una misiva del propio Dionisio Ramos, fechada el 3 de mayo de 2016. Es decir, quince meses después de que publicáramos la noticia. En su carta, Dionisio Ramos califica nuestra información de “acusación totalmente infundada, basada en un mero juicio de valor personal del autor”.

Y por ello nos pide en ejercicio de “mi derecho de cancelación de datos personales, requiriéndoles formalmente para que eliminen y retiren el enlace o, en su defecto, adopten medidas técnicas necesarias para que la referida información y link no puedan ser indexados y mostrados por los proveedores de servicios de búsqueda de Internet…” (el subrayado es del original).

Una oposición en la Complutense...

Veamos esos hechos tal y como se recogían en nuestra información, y después por qué podrían resultarle tan molestos tanto tiempo después.

Lo que contábamos en la noticia era que en el BOE del 7 de abril de 2001 se anunció una convocatoria de la Universidad Complutense para cubrir 14 plazas por promoción interna para Técnicos de Gestión. A esa convocatoria se presentó Cristina Cifuentes, funcionaria entonces de la escala de Gestión Universitaria, una escala inferior.

En la información recordábamos que la diferencia entre las dos escalas es sustancial tanto en lo económico como en prestigio dentro de la carrera. E igualmente, que Cristina Cifuentes obtuvo una de las plazas ofertadas y fue ascendida a Técnico de Gestión, lo que ella en su perfil de Linkedin pasó a denominar “Técnico Superior”.

...y un Tribunal amigo

Pero, y aquí estaba el centro de nuestra información, esta promoción de Cristina Cifuentes en nuestra opinión presentaba una irregularidad grave: quien presidió el tribunal que la aprobó era Dionisio Ramos, Gerente de la Complutense en aquel momento, pero además, y este es el detalle que subrayábamos, amigo desde varios lustros antes de la propia Cifuentes.

En la noticia ofrecíamos los detalles de esa íntima amistad, que incluía la participación en proyectos políticos comunes y que se concretaba en un hecho que nos parece incontestable: en la boda de Dionisio Ramos, Cristina Cifuentes no sólo había sido invitada, sino que había sido elegida como una de las testigos por parte del propio Ramos.

Como prueba de la presencia de Ramos en la presidencia del Tribunal que ascendió a Cifuentes aportamos la reproducción del Boletín Oficial del Estado (BOE) en la que se recogía su composición. Como prueba de que Ramos hubiera debido abstenerse de participar en él, añadimos, también recogido del BOE, las causas para la abstención entre los miembros del tribunal conforme a la Ley 30/1992, entre las que figura como causa ‘c’ “tener amistad íntima o enemistad manifiesta” con algunos de los opositores.

Podemos ir más lejos. En aquel tribunal que ascendió en el escalafón a Cifuentes, no sólo figuraba como presidente, Dionisio Ramos, su amigo, sino también un segundo miembro, José Francisco Otero, vocal, y amigo igualmente desde lustros atrás de los dos, Cifuentes y Ramos. Tanto es así, que la presidenta de Madrid, no ha dudado en nombrarle para su gobierno como Gerente del Boletín Oficial de la Comunidad.

Tanto tiempo después...

Esta información, que debería invalidar la oposición al menos, y que en otros países quizás tuviera incluso consecuencias políticas, no fue contestada en ningún momento por Cristina Cifuentes ¿Por qué, quince meses después, lleva a Dionisio Ramos, sin darnos argumento alguno que descalifique nuestras pruebas, a exigirnos que impidamos que siga apareciendo esta historia en los buscadores de internet, como Google?

Dice como todo argumento Dionisio Ramos en su carta (se acoge a la Ley Orgánica de Protección de Datos y en la Ley Orgánica 1/82) que “en la actualidad no desempeño ningún cargo público” y que “tampoco hay un interés histórico en vincular mi identidad con las indicadas acusaciones”. Y acaba anunciándonos que si no cumplimos con su deseo en diez días “procederé a ejercer las acciones judiciales y administrativas oportunas”, con las que entre otras cosas,  claro, anuncia el “resarcimiento por los daños causados”.

En realidad, el rol público de Cristina Cifuentes y el interés informativo de las circunstancias de su ascenso en la carrera de funcionaria bastarían para justificar la presencia del artículo en cuestión en nuestros archivos y en los motores de búsqueda de internet.  Pero además, si se acude a cualquiera de esos buscadores y se solicita información sobre Dionisio Ramos, se descubre de inmediato el interés público que sigue ofreciendo su figura. Por ejemplo, porque contrata obras con la administración pública en diversos niveles.

Contratos con las administraciones públicas

Y así, sólo de las últimas semanas ofrecemos dos ejemplos en dos puntos muy distantes. Por un lado, el digital Esteponapress recoge el 25 de abril pasado esta noticia: “Adjudicado el mercado gourmet a una empresa relacionada con el caso Gürtel y el Tamayazo”, subtitulada “Dionisio Ramos Martínez, administrador único de R&A Residencias S.L., estuvo relacionado con varias tramas de corrupción como: Gürtel, Tamayazo o finaciación “b” en UCM”.

En la otra punta de España, en Gijón, el 22 de marzo, el digital Asturias24.es titulaba “El empresario que presenta la única oferta para la residencia universitaria mantuvo vínculos con la Gürtel”; y subtitulan “La empresa RYA Residencias pertenece a Dionisio Ramos, ligado al PP madrileño, y a los implicados en el Tamayazo”.

También en Madrid, el digital Público relacionaba en dos informaciones del pasado mes de junio de 2015, el hecho de que su empresa estuviera construyendo una macro residencia de Estudiantes para su antigua empleadora, la Universidad Complutense, y que el arquitecto que llevaba a cabo la obra fuera precisamente el marido de Cristina Cifuentes, Javier Aguilar: “El clan de Cifuentes vuelve a beneficiar a su marido”, titularon aquella información.

Tamayos y Gürteles

Como se ve, Dionisio Ramos aparece en diversas informaciones a las que hemos aludido de otros medios de comunicación, relacionado con el llamado Tamayazo que posibilitó el desembarco de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Su propia versión de alguno de estos hechos los dio en Infolibre; en otros digitales, como República, se le llega a definir como “intermediario de la operación”. Sobre el otro asunto en el que se le relaciona, Gürtel, resulta especialmente interesante una crónica que se dio en el diario Público, donde se cita a Ramos y en la que a la redactora que la escribió, cuando acudió a preguntarle por su versión, ya le advirtió que “ya demandé a una periodista de El País y eso se va a repetir”.