Lo que son las cosas. Estos días no paran de cruzarse acusaciones entre los servicios de inteligencia de EEUU y su nuevo presidente acerca de informes sobre las relaciones de Donald Trump y gente de su gabinete con representantes rusos. En medio de todo esto, resulta que WikiLeaks se mete en harina, pero para advertir del hackeo que la CIA, presuntamente, ha hecho de teléfonos y otros dispositivos que utilizamos los mortales del mundo mundial.

Seguramente es algo que ustedes han sospechado en más de una ocasión, aunque le dan poca importancia bajo el paraguas de que “nada tengo que ocultar”. Sin embargo, la filtración que la web que encabeza Julian Assange es muy grave porque bajo el nombre de ‘Vault 7’ revela las presuntas herramientas “secretas” de las que se ha podido servir la agencia de los espías estadounidenses para conocer para qué, cómo, cuándo y dónde utilizamos nuestro smartphone o tablet.   

Lo que Wikileaks ha puesto en circulación este martes se refiere a las posibles técnicas de las que se sirve la CIA para obtener esos datos, siempre, claro está, desde una posición de superioridad y, como mínimo de alegalidad, con respecto a la privacidad de los usuarios.

Miles de documentos

Tal y como indican los ciberactivistas, “la primera parte completa de la serie, ‘Year Zero’, comprende 8.761 documentos y archivos de una red aislada y de alta seguridad” situada en la sede de la CIA en Langley, Virginia.

Aseguran desde Wikileaks que la agencia estadounidense sufrió hace poco un ciberataque que le hizo perder “el control de la mayoría de su arsenal de hackers, incluyendo malware, virus, troyanos, sistemas de control remoto de malware y documentación asociada”. Según los cálculos de la organización, esta “colección extraordinaria” asciende a “varios cientos de millones de líneas de código”, lo que otorga, a su juicio, “toda la capacidad de hacking de la CIA”.

Y ahí parece estar la fuente de la que información, puesto que como indica la web, uno de los “antiguos hackers y contratistas del gobierno estadounidense” ha sido la que ha proporcionado esos datos.

Graves revelaciones

De la gravedad de las revelaciones de Wikileaks habla el hecho de la gran repercusión que las mismas han tenido en redes sociales como Twitter, donde incluso Edward Snowden se refiere a las herramientas y técnicas utilizadas por los servicios de inteligencia estadounidense.

Cabe subrayar que, tal y como se desprende de la información publicada por Wikileaks, con las herramientas utilizadas por la CIA se han podido obtener datos de smartphones, si bien empieza a hablarse también de que los documentos podrían demostrar que la agencia, incluso, puso en marcha técnicas para transformar smarts tv en sistemas de escucha de conversaciones. Además, al margen de móviles, otros gadgets y ordenadores, parece que los ciberespías no se habrían olvidado ni siquiera de los coches autónomos conectados a través del Internet de las Cosas.

Por cierto, al margen de las operaciones llevadas a cabo desde EEUU, estas acciones de hackeo de la agencia contaban con una delegación en Europa, en concreto en Frankfurt, desde donde actuaba una base encubierta para los piratas que desarrollaban acciones en el viejo continente, Oriente Medio y África. 

Y ojo porque, según afirman desde la organización de Assange, lo que se ha conocido en las últimas horas es únicamente una parte de la información de la que disponen.