El elegido por Pedro Sánchez para ocupar la portavocía  de la Ejecutiva socialista, Óscar Puente, ha afirmado que “el término barón en el PSOE va a quedar en desuso en muy poco tiempo”.

Óscar Puente contestaba a una pregunta en la tertulia política de Al rojo vivo, de La sexta, esta mañana, sobre los líderes regionales del PSOE críticos con Pedro Sánchez.

Puente, alcalde de Valladolid, ha hecho su propia interpretación sobre la batalla interna en el PSOE de los últimos meses. A su juicio, lo que ha ocurrido es que “algunos pigmeos políticos que estaban en primera línea aparentaban ser gigantes”; una situación que se dio, según ha dicho, porque “no se impusieron criterios de mérito y capacidad”.

Los verdaderos gigantes son los que van a aflorar ahora y tendrán el verdadero protagonismo”, ha añadido Óscar Puente, que será portavoz de la Ejecutiva socialista nombrada tras el congreso de este fin de semana.

 La "integración en el PSOE no es la prioridad"

Preguntado sobre la promesa de “integración” del líder del PSOE de los dirigentes críticos, Puente ha considerado que “esa no es la palabra clave”. En su opinión, “la prioridad” es construir “la idea de partido que los militantes quieren”. El dirigente socialista ha dicho que el rechazo a Sánchez de algunos barones, como el caso de Page, que amenazó con marcharse, se debió a “un calentón” y que el presidente de Castilla-La Mancha “se habrá arrepentido”.

Ve posible un acuerdo con independentistas
Sobre la posibilidad de un acuerdo con Podemos y los independentistas, Óscar Puente ha confiado en que éstos últimos “aparten” sus aspiraciones, porque éste es “un problema mucho menor que los problemas más importantes, de Gobierno y crisis social, que tiene España". El dirigente socialista, sin embargo, ha añadido que el PSOE "no puede apoyarse en grupos que quieren disolver el proyecto común de España".

“Hay que normalizar la relación con otros partidos políticos y también con Podemos”, ha defendido el nuevo portavoz de la Ejecutiva socialista, que ha reconocido, sin embargo, que él pudo cerrar un acuerdo en Valladolid porque había “una mayoría de izquierdas” en el Ayuntamiento, “y eso en el Parlamento no sucede”.