Melania Trump protagoniza el nuevo número de la edición mexicana de la revista Vanity Fair, donde se publica una entrevista con la esposa de Donald Trump, en medio de la crisis diplomática con el vecino país.

El reportaje comienza recordando una entrevista del ahora presidente de Estados Unidos en las que afirmó que "si sufriera un terrible accidente de coche, su marido no la abandonaría, claro, siempre y cuando sus pechos resultaran intactos".

La nueva Jackie Kennedy
La revista presenta a Melania como una "tímida, bella y complaciente" primera dama, que habla sobre "su turbio pasado familiar, las tácticas para lidiar con su marido y como planea convertirse en la nueva Jackie Kennedy". Además, se la mujer de Trump se muestra en contra de las operaciones estéticas, del "bótox y las inyecciones", porque las considera perjudiciales "para la cara y para los nervios", y dice que nunca ha empleado estos métodos: "Todo es mío. Envejeceré con dignidad, como le pasa a mi madre", afirma.

Un plato de joyas
La portada de febrero de Vanity Fair muestra a una sonriente Melania vestida de blanco, con un plato lleno de joyas que ella simula estar enrollando en el tenedor como si estuviera comiendo pasta.

Melanie cuenta que "Trump valora que ella le ponga las cosas fáciles, porque el magnate “trabaja mucho, desde muy temprano hasta muy tarde”, como él mismo dijo en una entrevista en 2005: “No quiero llegar a casa y esforzarme para mantener una relación'".

"Para el magnate, divorciado dos veces, Melania es espléndida. Nunca le ha oído ‘echarse un pedo ni hacer caca’, dice la revista recordando aquella entrevista. Melania dice al respecto que “la clave es tener baños separados”.


¿La política? Trump se ocupa de esas cosas
En las declaraciones concedidas a Vanity Fair, que ya aparecieron el pasado abril en un artículo de la revista GQ -también del grupo editorial Condé Nast-, la primera dama de EEUU, de 46 años, refleja su posición de "no entrar en política ni en temas legislativos", porque es Trump "quien se ocupa de esas cosas".De los consejos que le da a Trump "nadie se entera y nadie se enterará jamás, todo eso queda entre mi marido y yo".

Melania narra cómo conoció a su esposo durante la Fashion Week de Nueva York. Entonces no le quiso dar su número de teléfono, y lo que hizo fue pedírselo a él, porque "quería ver cuáles eran sus intenciones".

"Hubo mucha química entre nosotros, pero su fama no me impresionó. Es posible que él lo notara", relata Melania, de acuerdo con el avance proporcionado por Vanity Fair sobre el número que se publicará mañana.

"Él no me controla... si voy al baño o a darme un masaje"
Afirma que nadie la controla, que viaja con Trump cuando puede y que su esposo le "apoya mucho". "Si le digo 'me voy a dar un baño o me van a dar un masaje', él no se opone", comenta la primera dama de origen esloveno que se nacionalizó estadounidense en 2006.

La revista también rescata el testimonio del hermanastro de Melania, Denis Cigelnjak, fruto de una relación que tuvo su padre con una mujer de su pueblo, Sevnica (Eslovenia), antes de casarse con la madre de la primera dama.

Cuando fue preguntada por este tema, Melania dijo a la publicación que la existencia de su hermanastro la conoce "desde hace años", y pidió respetar la privacidad de su padre.

Melania Kanuss es la tercera esposa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump (que con anterioridad ha estado casado con Ivana Trump y con Marla Maples, con quienes tuvo en total cuatro hijos), y son padres de Barron, de 10 años.