¿Por qué el mismo Comité Federal del PSOE que votó por unanimidad el “no es no” a la investidura de Mariano Rajoy tras las elecciones del 20-D y mantuvo esta posición contra viento y marea hasta su última reunión, la del pasado 1 de octubre, puede votar el próximo domingo a favor de facilitar que el PP, y en concreto Rajoy, siga al frente del Gobierno de España? 

¿Por qué algunos dirigentes del PSOE de repente han cambiado de opinión sobre una decisión tan decisiva, después de haber sostenido el “no es no” a Rajoy de forma pública y reiterada, aunque al parecer no pocos de ellos en privado defendían ya lo contrario?

¿Cómo, con qué argumentos, podrá defender el PSOE que el grave incumplimiento de su reiterado compromiso electoral con sus votantes, tanto antes del 20-D y el 26-J como con posterioridad a ambos comicios, de no facilitar bajo ninguna fórmula la continuidad de Rajoy al frente del Gobierno del PP? 

¿Cómo, con qué argumentos, podrá defender el PSOE haber facilitado la nueva investidura de Rajoy con todo lo vivido durante estos ya casi cinco años de gravísimos recortes sociales de consecuencias tan dramáticas y con todo lo que está cayendo sobre la corrupción institucionalizada en el PP, al que algunos jueces han calificado como “organización criminal”?

¿Por qué quienes directa e indirectamente contribuyeron a obligar a Pedro Sánchez a dimitir como secretario general del PSOE se niegan a consultar una decisión de tanta envergadura al conjunto de la  militancia socialista, pretenden posponer indefinidamente la convocatoria de unas nuevas elecciones primarias internas e incluso la del Congreso Federal del PSOE? ¿Tanto miedo sienten a saber qué opinión tienen al respecto los militantes socialistas? ¿Tan partidarios son de esta extraña manera de entender el despotismo ilustrado?

¿Cómo se atreven ahora, los partidarios de este sorprendente cambio de posición del Comité Federal socialista, a decir que unas terceras elecciones darían unos resultados catastróficos para el PSOE, que por no tener no tiene ahora ni tan solo un candidato a presidente del Gobierno, cuando ellos son los únicos responsables políticos de esta situación, ya que ellos fueron quienes deterioraron la imagen pública del PSOE con el penoso espectáculo dado el pasado 1 de octubre y forzaron a dimitir a Pedro Sánchez, libre y democráticamente elegido por los militantes socialistas?

¿Cómo se empeñan, los partidarios de la abstención socialista, en negar algo tan evidente como que con Pedro Sánchez el PSOE comenzó a parar la caída en picado de votos iniciada con el final de la segunda legislatura presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero, con Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato, y que con Sánchez al frente el PSOE recuperó parte del poder perdido en algunas comunidades autónomas y en numerosos municipios de España entera?

¿Por qué la Comisión Gestora del PSOE, sin ni tan siquiera proceder al preceptivo debate y a la consiguiente votación del Comité Federal, da ahora ya por descontado que el máximo órgano directivo del partido entre congresos dará la orden para que los parlamentarios socialistas faciliten que Rajoy sea investido de nuevo presidente del Gobierno?

¿Cómo y por qué, quienes el pasado 1 de octubre impidieron que los miembros del Comité Federal del PSOE pudiesen votar en urna, están ahora a favor de que se haga de esta manera el próximo domingo? ¿Tanto miedo tienen a que la militancia socialista sepa los nombres y apellidos de los partidarios de facilitar un nuevo Gobierno del PP presidido por Rajoy?

¿Con qué argumentos, si es que los tienen, algunos barones o dirigentes territoriales del PSOE que gobiernan en algunas comunidades autónomas y en algunos municipios con el apoyo de UP, sostendrán ahora que el PSOE bajo ningún concepto puede gobernar con este apoyo en el conjunto de España?

¿Cómo podrán, los parlamentarios socialistas, hacer de oposición de verdad a un nuevo Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy que habrá accedido al poder gracias a su abstención?

¿Cómo podrá el PSOE concurrir a unas nuevas elecciones generales, que con mucha probabilidad tendrán que ser anticipadas, con todo este lastre?

¿Cómo pretenden ser bomberos quienes en realidad son pirómanos?