En plena ola de calor, tener el vehículo en perfectas condiciones es de vital importancia para realizar con seguridad todos los desplazamientos, tanto de largo como de corto recorrido, que se realizan con más asiduidad durante los meses de verano. Por eso, Norauto España ha elaborado una lista con cinco puntos del coche que se deberían vigilar con especial atención en verano.

En primer lugar, uno de los elementos siempre fundamentales son los neumáticos, ya que son el punto de contacto directo entre el vehículo y la carretera. Un exceso de calor en los neumáticos, sumado a un asfalto muy caliente, puede llegar a provocar un desgaste prematuro. De ahí la importancia de revisar con periodicidad los neumáticos y mantener la presión adecuada.

El sistema de refrigeración también es clave. La falta de mantenimiento puede producir un recalentamiento excesivo y, por lo tanto, rotura del motor. Para evitarlo, es importante revisar con frecuencia el nivel del líquido de refrigeración y la temperatura del motor, así como echar un líquido refrigerante apropiado. Lo ideal es cambiarlo cada 2 o 4 años.

Aunque no afecta directamente al rendimiento del coche, también es importante revisar el líquido del limpiaparabrisas, ya que es muy útil para mantener limpia la luna delantera ante los mosquitos, la arena en zonas de playa, las tormentas propias de la temporada estival, etc.

Lo mismo ocurre con el aire acondicionado, otro elemento totalmente indispensable si pretendemos realizar largos viajes por carretera en estos meses de intenso calor. Si no se ha usado durante todo el año, puede haber alguna sorpresa si lo ponemos en marcha. Su falta de uso durante el invierno hace que falle y puede ser necesario una recarga del aire acondicionado.

Por último, es importante también controlar la temperatura que hay dentro del habitáculo para que los diferentes materiales no se vean deteriorados por el calor excesivo. Si nuestro coche se estaciona diariamente en la calle y a pleno sol, es recomendable el uso de un parasol o cortinillas.

Sin duda, un correcto mantenimiento o una pequeña revisión propia antes de salir de viaje hacía nuestro destino de descanso o vacaciones puede resultar fundamental para nuestra seguridad y la del resto de usuarios de la vía.