En el pleno del Ayuntamiento de Madrid de este lunes, se ha votado una nueva tasa para las empresas de telefonía y telecomunicaciones. De esta manera, no sólo pagarían tributos municipales las titulares de las redes, sino también las distribuidoras. Manuela Carmena pretende ingresar 18 millones de euros en 2018 con esta nueva tasa para las empresas de telefonía móvil y fija. 

El pasado curso, el Tribunal Supremo dio la razón al Consistorio de Carmena en el cobro de otra tasa a los operadores de telefonía móvil por el uso del dominio público local. Como consecuencia, las compañías deberán abonar 33 millones de euros por impuestos pendientes de pago.

No obstante, la tasa se aprobará de forma definitiva en el pleno de la semana próxima. Una iniciativa que cuenta con los apoyos de Ahora Madrid y de PSOE. Pero, por otro lado, tanto Ciudadanos como Partido Popular han criticado la propuesta. Alegan que supone una "incertidumbre", una opinión de la formación naranja que comparte con el grupo popular. En palabras de Henríquez de Luna, se declaran "en contra de que se incremente la recaudación" pues que, a su juicio, "estas subidas las acaban pagando los usuarios". 

Cabe señalar que, con el cambio de la normativa, se pretende homogeneizar la tasa de móviles siempre y cuando se respeten "al máximo" los parámetros establecidos por el Tribunal Supremo. Además, este nuevo gravamen responde a la "obligación" del Consistorio de fijar las tasas por la utilización de la vía pública para la instalación de telefonía fija.