Es conocido por todos que durante el periodo estival, las hormonas están a flor de piel y con ellas el deseo sexual. Sin embargo, no hay más que revisar las estadísticas de nacimientos en el Instituto Nacional de Estadística (INE) para comprobar que la mayoría de los nacimientos tienen lugar entre septiembre y octubre.

 Las cuentas no fallan. Todos estos nacimientos se engendraron en época navideña. Parece ser que el champán, el vino y las celebraciones continuas corren con más fluidez y animan a las parejas a dar rienda suelta a la pasión.

 Pero realmente, ¿cuáles son los motivos de este baby boom otoñal? Los ginecólogos insisten en que durante estas fechas, los cambios de rutina y los efectos de las celebraciones provocan en las parejas un cierto descuido en los métodos anticonceptivos tradicionales. La consecuencia lógica es un proceso de embarazo que no siempre es planificado.

 Otro de los factores que inciden en este repunte de la natalidad en otoño es la fecundidad tanto de las mujeres como de los hombres. Especialmente en el caso masculino, durante el verano la cantidad de espermatozoides disminuye debido a las mayores temperaturas estivales; por el contrario, el frío es un buen aliado de la cantidad de espermatozoides.

 Por supuesto, además de estos alicientes, una adecuada lencería picante y sexy  también ejerce como un buen anfitrión previa a la consumación. Y es que la lencería para mujeres es uno de los ingredientes poco comentados pero siempre presentes en el cóctel mágico de la concepción. Más allá de los colores rojos de esta época, dar la bienvenida al nuevo año con un toque de glamur sexy y practicar juegos eróticos en pareja siempre es un buen plan para Nochevieja.

En la relación de pareja, el cariño y las emociones hay que alimentarnos con un extra de pasión. La rutina es uno de los elementos que más inciden en que la llama de la pasión se agote en la pareja.

Los juegos de seducción empiezan mucho antes de la alcoba: el amor cortés alimenta la imaginación; explorar nuevos espacios ayuda a crear nuevas experiencia y a explotar otras sensaciones que evoquen en la pareja la necesidad de una relación más allá del sexo.

El factor visual es uno de los elementos que componen la mecha. Renovar el armario de los deseos sexuales hará que la pareja se excite sin necesidad de llegar aún a la parte física. Conscientes del poder de la lencería para evocar y provocar, desde elplural.com hemos querido conocer cuáles son las prendas más solicitadas por las mujeres para disfrutar de una Navidad aún más cálida con sus parejas.

Lencería sexy para una mujer picante

En este 2016, con el comienzo del 2017 en el horizonte, los encajes vuelven a ser los grandes triunfadores. Eso sí, con un diseño sutil, sugerente, que alimentan más la imaginación de quien observa. Asimismo, otros grandes clásicos de la lencería femenina como el satín o los conjuntos de sujetadores y braguitas permanecen en la mente de la mujer como una prenda a explotar desde el punto de vista de la sexualidad si se emplea en el momento adecuado.

El camisón más sexy

Los baby doll han pasado de ser provocar sonrisas a evocar pasiones. Su gran valedor es una braguita de líneas muy delgadas que dejan poco a la imaginación pero suficiente al deseo. Los negros, rojos y blancos son los colores estrellas que acompañan las frías noches de Navidad.

¿Por qué nos gustan tanto? A los hombres, por lo sugerente; para las mujeres, una fórmula de diseño para emular a las grandes actrices de cine, que siempre son inspiradoras.

Satín para una noche de seducción

Si los encajes y una combinación de sujetador realzador y braguita sugerente pueden hacer estragos pasionales, el satín, con su textura aterciopelada es un evocador pleno: batas, minivestidos, pijamas vaporosos son los aliados que toda mujer seductora tiene en su armario para las grandes ocasiones. Además de los rojos y negros, los fucsia y morados también tiene un hueco asegurado en el manual de la evocación.

Un buen corsé, éxito seguro

Para una noche más desenfrenada, se rescata esta prenda clásica que el siglo XX ha revitalizado. Válidos tanto como prendas interiores para uso privado como para utilizar como parte del vestido de celebración y permitir así a la pareja una velada de provocación continua, encontramos tantos modelos como mujeres hay en el mundo. En lisos o provocativos encajes, con colores pasionales o evocadores natos, lo cierto es que, de nuevo, 2016 es un año de corsés.

Y vosotras, ¿qué prendas guardan el secreto de vuestras noches de pasión?