La primera sesión de control en la Cámara andaluza tras la derrota de Susana Díaz en las primarias fue para la presidenta menos comprometida de lo que se esperaba. Los partidos de la oposición le han venido diciendo tantas cosas en los últimos meses por su decisión de concurrir a las elecciones internas de su partido que el arsenal de pullas, argumentos, sarcasmos, ironías y reproches estaba ya prácticamente agotado.

‘Tenemos Susana para rato’, parecían decirse resignadamente ayer para sí mismos los portavoces de la oposición en el Parlamento, mientras Díaz acudía provista de su conocida batería de paraguas para protegerse del chaparrón que iba a venirle encima. Finalmente, el aguacero fue menos copioso de lo que esperaba la ansiosa parroquia periodística congregada para la ocasión en la tribuna de prensa e invitados.

La ingeniosa salida de Moreno

A la postre, la sesión de control fue menos vistosa de lo esperado. Quizá el momento de mayor ingenio lo protagonizó el habitualmente algo soso presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, cuando, abundando en su conocida tesis de la soberbia irrefrenable de Díaz, le espetó a esta: “Ahora solo falta que nos diga que ha perdido porque ha querido perder”, mientras la bancada popular celebraba con carcajadas y aplausos la gran salida de su jefe de filas.

Lo cierto es que para un partido que hace apenas dos meses le había exigido a la presidenta de la Junta nada menos que su renuncia al cargo por el hecho de presentarse a las primarias, en un día como ayer le quedaba poco por decir, aparte, naturalmente, de hurgar en la herida de la derrota y chotearse un poco de “exinvicta”, como la llamó Moreno.

Como sabía esperar, Díaz no se mostró manca y recurrió al gastado arsenal ya conocido contra Moreno: que ella pierde algunas veces pero él pierde siempre y que su única obsesión era dejar de tenerla como adversaria. "No hay nada peor en política –se despachó la presidenta– que temerle al adversario y pensar que la suerte de uno va ligada a la incomparecencia del otro", ha señalado Díaz.

El consejo estoico de Maíllo

“Bienvenida a Andalucía, señora Díaz”: el coordinador general y portavoz parlamentario de IULV-CA también hurgó en la herida, pero quizá menos enérgicamente que en el pasado. Para Antonio Maíllo el Gobierno de Díaz está “agotado y obsoleto” por lo que la presidenta debería cambiarlo para darle “un nuevo rumbo” a Andalucía. “De las derrotas se aprende mucho más que de los éxitos”, fue el estoico consejo del profesor de Latín que dirige la federación de izquierdas.

En su réplica, Susana Díaz volvió por donde solía y no desaprovechó la ocasión de restregarle al líder de IU un reproche ya familiar para la Cámara: la subordinación de Izquierda Unida a Podemos. “Usted se ha acostumbrado a que desde otros partidos le digan lo que tienen que hacer en su casa; que hagamos los socialistas en la nuestra lo decidiremos nosotros".

La pregunta de Rodríguez

Al contrario que en otras ocasiones, en la sesión de ayer la portavoz de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ni siquiera mencionó en su intervención inicial la batalla interna socialista que Susana Díaz ha perdido. Rodríguez preguntó a la presidenta por la lucha contra el cambio climático en Andalucía y le reprochó que el patrocinio del Congreso Internacional de Cambio Climático celebrado hace 15 días en Huelva hubiera corrido a cargo de empresas como Endesa, Cepsa o Repsol, "que son responsables de emisión de gases invernaderos", o de Fertiberia, "del grupo Villar-Mir, a la sazón el suegro del ‘compiyogui’ de la esposa del Rey Felipe VI que presidía el Congreso”.

Como en otras ocasiones, Díaz rehuyó la respuesta directa a la pregunta concreta formulada por su oponente, a la que reprochó que creara alarma en Huleva, le recordó que cuando es el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el que ofrece alguna conferencia "no mira el cartel que hay detrás sino las políticas que va a defender" y le afeó –sin nombrar la palabra– la inutilidad de sus preguntas en las sesiones de control.