En el principal debate parlamentario sobre Andalucía volvió a sobrevolar el bloqueo político de España… y la encrucijada a la que se enfrenta el Partido Socialista, en cuyas manos está que haya o no investidura de Mariano Rajoy, un asunto que despierta una fortísima controversia entre la militancia socialista. La presidenta Susana Díaz comenzó este miércoles su intervención en el Debate sobre el Estado de la Comunidad aludiendo precisamente a que, "más allá de cómo se haga o deba hacerse", el país necesita “cuanto antes” tener nuevo Gobierno, pues el hecho de no tenerlo es "un episodio que ha quedado inscrito en la historia contemporánea de Europa y no en sus páginas más brillantes".

En opinión de la presidenta andaluza el país vive un momento “delicado” en el que "se están perdiendo muchas oportunidades y poniendo en riesgo la paciencia y la confianza de los españoles en las instituciones".

Aunque en ningún momento la jefa del Ejecutivo socialista pronunció la palabra ‘abstención’, que parece haberse convertido en una palabra maldita como durante un tiempo lo fue la palabra ‘crisis’ para Zapatero, el tono y el contenido de fondo de estos párrafos iniciales de su discurso eran una apuesta implícita por que su partido cambie el ‘no’ que viene manteniendo desde hace meses por una abstención que desbloquearía la situación, aunque no sin riesgos para la unidad interna del partido.

Por lo demás, para Díaz "está en juego el bienestar de los españoles, nuestro prestigio como nación y la unidad del Estado, que está siendo objeto de amenazas inéditas, desafíos de gran envergadura". Entre esas amenazas nombraría más adelante el “desafío secesionista” catalán, que “algunos parecen tomarse a broma”.

La advertencia de Pradas

Precisamente este lunes así lo anunciaba el número dos de la organización andaluza, Juan Cornejo, al defender por primera vez abiertamente que su partido debería abstenerse. Y poco antes de que Díaz comenzara su discurso, el exsecretario de Política Federal del PSOE y diputado nacional, Antonio Pradas, sostenía que, en relación a la posición que se tome finalmente en el Comité Federal del próximo domingo, "no se puede andar con titubeos" sino que hay que ir "de frente".

Las palabras de Pradas, hombre también de confianza de Díaz, parecían dar a entender que los socialistas andaluces propugnan una especie de 'todo o nada' en el Comité Federal: es decir, no dar opción a que, por ejemplo, Pedro Sánchez pueda eludir el mandato del cónclave socialista si este se inclina por la abstención. En ese caso, queda en el aire la comprometida cuestión de si llegaría a plantearse la expulsión del exsecretario general si este se saltara la disciplina de voto. Pradas no lo aclaró.