Lejos quedaron los días de gloria de Manos Limpias, pero hubo un tiempo que este sindicato de ideología algo más que conservadora estaba presente en casi todas las causas judiciales que te podías imaginar. Como abanderados de lo justo, no dudaban en presentar denuncias y querellas contra todo lo que consideraban y entre sus objetivos, siempre aparecía uno contra el que luchaban con más fuerza si cabe: Podemos.

Esta etapa de auge acabó cuando su líder y el de Ausbanc, Luis Pineda y Miguel Bernad, dieron con sus huesos en la cárcel tras demostrarse que usaban las denuncias presentadas para chantajear. Ahora el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, ha permitido a Podemos que se presente como acusación popular en la causa que los juzga. La formación de Pablo Iglesias podrá obtener su ‘venganza’ en los tribunales y devolverles, una por una, las acusaciones vertidas.

La cruzada de Manos limpias contra los podemitas    

Con esta decisión tomada por Pedraz y avalada por la Fiscalía, el partido liderado por Pablo Iglesias ha conseguido la oportunidad que tanto esperaba: poder demostrar ante un tribunal quién son los verdaderos delincuentes, los que se saltan las leyes.

Y es que el sindicato parecía tener una especial fijación contra todas y cada una de las cabezas visibles de la formación morada. No sólo presentó una querella contra el partido por una supuesta financiación ilegal, sino que quintuplicó su ataque con denuncias personalizadas.