El nacimiento de un nuevo nieto de los Reyes de Suecia ha vuelto a abrir una vieja polémica con la figura del actual Rey como principal protagonista.

El Príncipe Caros Felipe ha sido padre de un niño, Alexander, y con su nacimiento ha recibido un título y ducado. El de duque de Sodermanland, una dignidad que suelen llevar los jefes de la familia Bernardotte, la familia real sueca.

Carlos Gustavo de Suecia ya recalcó en su día, cuando se aprobó en 1980 la ley por la que se daba igualdad de derechos a la corona a hombres y mujeres, que su heredero natural debería ser Carlos Felipe y no Victoria.

Pero al ser ella la primogénita quedó por delante en la línea de sucesión en ese momento. Algo que a su padre no le hizo mucha gracia y afirmó en una entrevista que no entendía que una ley pudiera tener carácter retroactivo y hacer que Felipe no fuera Rey.

Alexander es el quinto nieto de los reyes y para su abuelo, el que debería ocupar el segundo puesto en la sucesión al trono, después de su padre Carlos Felipe. De hecho, Carlos Gustavo es el pequeño, tiene cuatro hermanas mayores que él. Incluso ha llegado a afirmar que los suecos también quieren un rey.