El presidente del Colegio de Málaga, Rafael Arredondo, en la lectura de las conclusiones finales



La crisis no ha terminado y no lo hará mientras no se preste atención a los servicios sociales, que deben entenderse como un derecho fundamental de toda la ciudadanía. Los datos avalan una situación preocupante: la exclusión social alcanza ya a un 27% de la sociedad española y a un 38% de la andaluza. Esta es una de las principales conclusiones del 2º Congreso de Trabajo Social de Málaga que ha concluido este sábado en el Auditorio de la Diputación de Málaga.

2º Congreso de Trabajo Social de Málaga
Durante tres días 250 profesionales de esta disciplina han debatido sobre el futuro de su profesión y sobre los retos a los que se enfrenta. Como principal propuesta surgida del Congreso destaca la petición de que el acceso a los servicios sociales cuente con la misma consideración que los otros pilares del Estado del Bienestar, Sanidad, Educación y Seguridad Social. Para la ponencia final del Congreso ha reclamado nuevas leyes que garanticen los recursos necesarios para la prestación de estos servicios.

Reducir la pobreza
El lema de este congreso ha sido 'El Trabajo Social tiene respuestas' y se ha centrado en marcar nuevas pautas para lograr el objetivo de reducir la pobreza y el impacto de la crisis en la ciudadanía, dos puntos que deben ser prioritarios en las políticas públicas. El Congreso ha analizado lo que se considera ya un sistema mixto en el que conviven las administraciones públicas con las entidades del Tercer Sector. La ponencia final del Congreso ha reclamado un fortalecimiento de lo público en constante diálogo con el tercer sector.

Reforzar el trabajo de calle de los trabajadores sociales
El desarrollo comunitario es una de las grandes apuestas de este Congreso, con el fortalecimiento del tejido social y los vínculos de proximidad y vecindad. Un proceso en el que las trabajadoras y los trabajadores sociales saben que tienen un papel fundamental, que debe ir más allá de la mera tramitación de servicios para reforzar el trabajo en la calle y generar nuevas alternativas para la vida de las personas, que deben ser protagonistas.

Deterioro de los recursos y precariedad laboral
El Congreso ha criticado en sus conclusiones el deterioro de los recursos disponibles para la atención social, pero también la precariedad laboral y las nuevas alternativas para desarrollar su labor en un contexto de crisis. En este sentido las alternativas para el emprendimiento social también han tenido un lugar destacado en este Congreso.