La autora de 'Vidas Comprometidas', Berta Rodrigo, durante la presentación del libro,



La historia de Estela de Carlotto y las abuelas de la Plaza de Mayo argentinas en su tenaz y silenciosa búsqueda de sus hijos y nietos desaparecidos por la dictadura. El relato  de semiesclavitud de las treinta mil mujeres víctimas de las Lavanderías de la Magdalena cuyo delito fue ser madres solteras, atentando así contra la moral de la Irlanda católica de mitad del siglo XX y la lucha de Clara por alcanzar una muerte digna ante la falta de respuesta del, son el resumen de Vidas Comprometidas, el nuevo libro de la Fundación Internacional Baltasar Garzón.

Coeditado con Libros de la Catarata, Vidas comprometidas se presentó ayer en el Foro de Izquierda Abierta. El abogado penalista Adolfo Barreda y la directora de FIBGAR, María Garzón, protagonizaron junto a la autora, Berta Rodrigo Mateu, un debate sobre el papel que en todo el mundo, muchos ciudadanos  se ven obligados a realizar sin desearlo para combatir una injusticia que destroza su vida.

Paralelismo con la actualidad
La dictadura, el papel de la iglesia y la mujer como elemento más vulnerable en la sociedad, fueron los tres temas que se entrelazaron durante la charla en que se realizó el paralelismo con la situación actual. “Hoy en España aún hay gente que clama en un desierto político por recuperar los restos de sus familiares perdidos en fosas y cunetas ante el silencio oficial”, recordaba María Garzón.

Las semi esclavas de la Magdalena
El fundamentalismo de la iglesia católica en un caso que afectó en Irlanda a más de treinta mil mujeres (en las Lavanderías de la Magdalena), que fueron utilizadas como semiesclavas por instituciones religiosas por el hecho de ser solteras y haber quedado embarazadas, fue analizado por  los contertulios. “Sus niños, dados en adopción,  recuerdan vivamente el caso de los bebés robados en España” comentaron.

Miedo a hablar de la muerte
Adolfo Barreda, quien ha tratado como letrado numerosos asuntos relacionados con el derecho a la muerte digna,  se refirió al miedo a hablar de la muerte y al temor de los propios médicos a tratar el tema. Dijo que tampoco está bien reflejado en los preceptos legales y consideró que es necesario establecer un debate.

De izquierda a derecha Berta Rodrigo Mateu, la autora de 'Vidas Comprometidas'; María Garzón directora de FIBGAR y el abogado Adolfo Barreda.



La soledad al final de la vida
El objetivo es tratar de cómo se puede evitar la soledad a la que se ven abocados los enfermos terminales  en un escenario de sufrimiento sin que la sanidad de respuesta al  ruego de terminar con dignidad su vida.  “Avanzamos en los temas científicos, pero retrocedemos en los Derechos Humanos”, concluyó el abogado.

Enlaces para seguir actuando
Berta Rodrigo Mateo, la autora de Vidas Comprometidas explicó  que había concebido el libro  para continuar actuando tras haberlo leído,  gracias a los enlaces, la bibliografía y la  sugerencia de documentación audiovisual que aporta.

Una fuerza especial
La obra de fácil lectura, está prologada por Baltasar Garzón quien afirma sobre estos relatos: “En tiempos en que la corrupción y la impunidad parecen campar por sus respetos, y que la justicia en demasiadas ocasiones se diría que mira hacia otro lado,  estas personas demuestran una fuerza especial y una envidiable firmeza. Se constituyen en  ejemplo para todos quienes creemos en que es posible recuperar esa dignidad que muchas veces parece perdida”.

Gente corriente
Finaliza Garzón: “Lo que sobrecoge es que no estamos hablando de superhéroes o de grandes heroínas sino de gente corriente, personas cuya existencia se ve sacudida por un episodio sobrevenido durísimo de afrontar. Tras el desconcierto inicial, son capaces de situarse en una perspectiva de no aceptación. Pero es que además llevan a cabo –por lo general en un desamparo desolador- la acción precisa para transformar esa realidad deforme que nos atenaza a todos”.