El Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU en Ginebra recibirá los casos de varios ciudadanos españoles asesinados entre los años 1936 y 1937 a los que las diferentes instancias judiciales en España no han dado respuesta. Los restos de los ejecutados de Ateca que se vieron obligados a cavar su fosa, el concejal Herrero catalogado de elemento peligroso o Aquilino Baragaño muerto no se sabe bien como en Asturias, se encuentran en el Valle de los Caídos, perfectamente localizados. Sus familias piden recuperarlos.

Este miércoles se presentarán tres peticiones de acción urgente al comité contra las desapariciones forzadas ante el Comité de Naciones Unidas con sede en Ginebra. “Son las primeras que se registran, tras los informes de el Relator Especial para la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff, al concluir su visita oficial a España,  durante año 2014, cuyas recomendaciones, el gobierno de España ha hecho el más omiso de los casos”, ha informado a ELPLURAL.COM el abogado Eduardo Ranz, quien representa a las familias de las víctimas.

La justicia española no admite
Procesalmente, la primera denuncia se presentó ante el juzgado de instrucción de El Escorial el 20 de Noviembre de 2012 y a continuación las siguientes. Todas ellas fueron inadmitidas. Las decisiones fueron recurridas ante la audiencia Provincial de Madrid, ante el Tribunal Constitucional que inadmitió considerando que no se había vulnerado ningún derecho Fundamental.

Archivadas en Europa
El último paso ante la justicia fue el Tribunal Europeo de Derecho Humanos que archivó estos casos considerando que no reunían las consideraciones necesarias del convenio Europeo de Derechos humanos. Por ello ahora las familias acuden a otra instancia europea, el Comité contra las desapariciones forzadas, dependiente de Naciones Unidas, cuya sede se encuentra en Ginebra. Los demandantes que están recorriendo este largo camino son Francisco Casado Blesa; Maribel Luna Baragaño y Sagrario Fortea Herrero.

Francisco y su hermano, desaparecidos
Francisco Cansado acude a la ONU en nombre de su abuelo José Cansado Lamata y de Antonio, su hermano. José  nació  el 24 de agosto de 1893 en Ateca (Zaragoza).  Era jornalero – agricultor y fue desaparecido en el Ayuntamiento de Ateca el día 22 de septiembre de 1936, donde fue requerido para prestar declaración. Su muerte está fechada el 30 de octubre de 1936. Iguales fueron las circunstancias de su hermano Antonio, sin afiliación política conocida.

Los de Ateca cavaron su fosa
Se sabe que tras acudir al Ayuntamiento, ambos hermanos  fueron detenidos y trasladados al mercado de abastos de Calatayud formándose el grupo conocido como “los 12 de Ateca”. Y que ese fatídico 26 de octubre de 1936, les llevaron fuertemente custodiados con destino desconocido y en dirección a Zaragoza en teoría para prestar de nuevo declaración. Apenas habían viajado 30 kilómetros cuando el camión fue desviado de la vía principal adentrándose en un camino de tierra. A los detenidos les obligaron a cavar su propia fosa.

Condenado y detenido
Sagrario Fortea  relata en su escrito al Comité de la ONU, lo ocurrido a su abuelo Manuel Herrero Martínez natural de  Torrijo de la Cañada (Zaragoza) donde nació el día 18 de agosto de 1893. También su profesión era el campo. A Manuel le hicieron desaparecer  el día 28 de octubre de 1936 en Munébrega (Calatayud) tras irle a buscar a su casa. Antes de eso había sido condenado a cinco años de inhabilitación absoluta y al pago de la cantidad de 50 pesetas por el Juzgado de Responsabilidades Políticas (Exp. 5120).

“Concejal, elemento peligroso…”
Pero si la condena preveía esa pena, alguien decidió que no era suficiente así que se lo llevaron y fue asesinado junto con otros diez vecinos más de su pueblo. Fueron enterrados en una fosa común ubicada en una finca de labranza del término Municipal de Munegra (Zaragoza).  En su expediente se le definía así: “Concejal del frente Popular, vocal de Izquierda Republicana, marxista y gran propagandista. Elemento peligroso. Casado. Deja cinco hijos de entre 3 y 16 años”. Y añade de forma enigmática: “Desaparecido no creyéndose en zona roja”.

Aquilino, herido y muerto
La tercera denuncia ante la ONU es la de Maribel Luna, que quiere recuperar los restos de su abuelo Aquilino Baragaño Montes, nacido el 1 de mayo de 1910 en Candaneo (Asturias), y que fue desaparecido el día 22 de marzo de 1937. Según los papeles que han recopilado parece que la madrugada del 21 de marzo de 1937 hubo un combate en el que  Aquilino resultó herido y al que el ejército sublevado llevó al hospital de Salas. Allí murió. Le enterraron en el cementerio de La Barrosa.

 La orden de Camilo Alonso Vega
En los tres casos, el procedimiento fue el mismo: “En cumplimiento con las órdenes cursadas por el Ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega mediante Circular de mayo de 1958 a los Gobernadores Civiles Provinciales, se procedió el 3 y el 4 de abril de 1959 a la exhumación y traslado de los restos mortales a El Valle de los Caídos con motivo de su inauguración”.

En el Valle de los Caídos
“Llegaron al Valle de los Caídos el 8 de abril de 1959, tal y como consta en el Registro de Inhumaciones de la Abadía Benedictina del Valle”, relata Eduardo Ranz. “Los restos de Calatayud son inscritos como correspondientes a 81 personas desconocidas y son depositados en nueve cajones o columbarios de madera de pino forrada de tela negra a las que además se les incorpora simbología religiosa e inscripciones con un número de entrada y el lugar de procedencia”, indica el escrito a la ONU.

 Rescatar a los abuelos
Se realiza un minucioso relato al comité de desapariciones forzadas de Naciones Unidas sobre la localización concreta de todos ellos en base a la relación de inscripciones del extracto de los libros de registro de inhumaciones del Valle de los Caídos. Todas estas informaciones han sido inútiles ante los jueces españoles. Por eso las familias acuden este miércoles 1 de julio a Ginebra a ver si consiguen que los abuelos vuelvan a casa.