La deuda pública más la privada de España se situó en el 315,5% del Producto Interior Bruto (PIB) al cierre de 2014, según un informe del Servicio de Estudios de Bankia. Son unos niveles calificados como "difícilmente sostenibles" en dicho informe en el que constata además que la deuda pública sigue creciendo mientras la privada se reduce porque los ciudadanos, ante la dureza de la crisis, prefieren reducir su deuda aún a costa de consumir menos. El nivel de endeudamiento público más privado es estratosférico y, a juicio de expertos y analistas internacionales, impagable. Es una deuda que pesará como una losa durante varias generaciones.

¡Un 8,4% más que en 2013!
El Gobierno sigue empeñado en presumir en la reducción del déficit aunque durante toda la Legislatura de Rajoy no se han cumplido los compromisos pactados inicialmente con Bruselas, que ya nos ha dado tres prórrogas. La obsesión del Gobierno con el déficit ha llevado a una trampa: ha reducido el déficit sí, pero a costa de disparar la deuda pública porque Montoro básicamente lo que hace es cambiar facturas de cajón, deja de computar gastos en determinadas partidas para que no se contabilicen como déficit pero lo financia con deuda. Eso explica que la deuda pública del Estado (gobierno central más autonomías y ayuntamientos) se haya disparado hasta rozar el 100% del PIB, la cifra más alta en España en los últimos 150 años. Al sumar la deuda pública más la privada se alcanza el 315,5% del PIB, un 8,4% más que al cierre de 2013, con lo que a pesar de la pretendida recuperación económica no solo no reducimos deuda, sino que la aumentamos.

El problema de la deflación
España está técnica y realmente en deflación al acumular seis meses consecutivos del IPC en negativo, eso se suma a que el resto de meses de 2014 que no hemos estado en negativo hemos estado en prácticamente cero y, mientras algunos medios de comunicación como El Mundo sostienen sin sonrojo que la deflación es un magnífico trampolín para la recuperación, lo cierto es que unos de los efectos es que la deuda aumenta. Con la inflación en negativo o plana el PIB nominal no crece o retrocede y a menor riqueza más cuesta pagar lo que se debe. Este factor explica en una parte, ni mucho menos en todo, que la deuda pública más la privada se dispare.

Deuda privada
En contra de lo que malintencionadamente decía el PP de 2009 a 2011, el problema de endeudamiento en España no era público ni cuando estalló la crisis ni durante sus primeros años. La deuda pública en España llegó al 62% del PIB en 2008, la más baja de toda su historia reciente, por debajo de la media europea y por debajo de la de Alemania Se situó en un 67% a partir del 2009 y Zapatero la dejó en un 70%. Frente a ese dato el nivel de deuda privada era gigantesco, cercano aun 200% del PIB por una razón: con la entrada de España en el euro por primera vez en este país hubo créditos baratos y con crédito crecieron nuestras empresas y con crédito se hipotecaron las familias para comprar casas, coches y otros bienes de consumo.

Sin embargo desde que estalló la crisis la deuda privada se ha ido reduciendo mientras la pública se disparaba. Al cierre de 2014 la deuda privada representaba el 182% del PIB, el mismo nivel que en 2006 en plena burbuja inmobiliaria. La deuda de los hogares ha acelerado su caída hasta un 1,8% trimestral, la tasa más fuerte desde mediados de 2013. Ello significa por un lado que se ha notado el cerrojazo de crédito de los bancos y, por otro lado, que los ciudadanos preocupados por su estabilidad laboral prefieren no endeudarse y, si pueden, reducir la deuda que tienen. Las familias españolas adeudan 762.554 millones de euros, un nivel similar al de 2006 y lo que significa que se ha reducido en un 12,5% desde que estalló la crisis.

Al contrario que la deuda pública
El servicio de análisis de Bankia considera deuda pública todos los pasivos financieros que suponen algún compromiso de pago por parte del sector público, por tanto no es solo la deuda oficial del Gobierno más Autonomías y ayuntamientos, sino también Seguridad Social o cualquier otro organismo estatal (como la Sareb por ejemplo). Al computar todo compromiso de pago de las instituciones Bankia eleva la deuda pública en el 133,5% del PIB.