Roberto Manrique, que sobrevivió al atentado de ETA en Hipercor de 1987, a su llegada ayer a la prisión alavesa de Zaballa para reunirse con el etarra Rafael Caride, condenado por la masacre. EFE

 

 


El pasado 3 de diciembre salió de prisión Santi Potros, después de 27 años y tres meses, fue uno de los terroristas de ETA condenados por el coche bomba en el Hipercor en junio de 1987. Murieron 21 personas y 45 resultaron heridas. Entre estas últimas tuvo la suerte de estar Roberto Manrique. Lleva desde entonces trabajando por las víctimas del terrorismo. “Si me preguntas si es legal que estos asesinos salgan, te responderé que sí; si es justo, no. Pero ya contábamos con ello. Lo que me duele es que se manipule el dolor de las víctimas con titulares en ciertos medios y que el Gobierno y las asociaciones se olviden de ellas y no les envíen ni una sola carta para explicarles lo que está pasando”.

Nadie ha llamado a las víctimas
“Nadie ha contacto con las víctimas, he hablado con muchas; ni desde ningún ministerio ni desde asociaciones ni fundaciones les han llamado o escrito para anunciarles y explicarle lo que iba a pasar”, explica Manrique.

Cree que debería “caérseles la cara de vergüenza a muchos que dicen trabajar para las víctimas y recibir subvenciones públicas para atender a las víctimas y no hacen nada en un momento como éste, cuando hay que explicarles lo que establece la ley”. Manrique critica que una organización como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) “esté planteándose una manifestación contra los jueces y no informa a las víctimas”.

La hipocresía del PP
“Atacan a los jueces sin consultar a las víctimas, sin preguntar lo que piensan y muchas pensamos que la responsabilidad no es de los jueces, sino de los políticos, que no han hecho su trabajo para cambiar las leyes que afectan a los terroristas”, explica Manrique.

A Roberto Manrique le molesta y mucho que los cargos del Partido Popular “salgan criticando a los jueces por las excarcelaciones” cuando ellos “no han hecho nada para cambiar las leyes. Rajoy ha sido ministro de Interior, ¿Qué hizo?”.

Manrique ha dado muestras durante años de su trabajo por las víctimas y por su moderación. Siempre ha defendido ante todo el respeto a la ley, aunque “a veces no me gusta, pero tengo que acatarla”.

Su encuentro con quien puso la bomba
En mayo de 2012, Roberto Manrique aceptó sentarse frente a frente con Rafael Caride, uno de los que activó la bomba en el Hipercor. Habían pasado catorce meses desde que le contactaron desde el País Vasco para notificarle que el terrorista quería enviarle una carta desde la cárcel.

“Dije que sí, por coherencia, porque si llevamos años exigiéndole a ETA que dejara de matar, que se arrepintiera y pidiera perdón…si el terrorista que me quiso matar estaba haciendo lo que yo le exigía, tenía que darle la oportunidad de que lo hiciera”, explica Manrique, que se negó a darle la mano a Rafael Caride: “No podía darle la mano a quien ha matado a tantas personas, a los familiares de tantas personas que conozco. No quería estar cerca de él. Me senté a unos cinco metros y lo escuché. “Me dijo que se arrepentía del dolor que había hecho y que no había marcha atrás en el fin de la violencia”.