La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante la clausura ayer en Gijón las jornadas "Piensa un país" organizadas por su partido para debatir sobre los retos que debe afrontar la sociedad. EFE La portavoz de UPyD, Rosa Díez. EFE/Archivo



Más de 150 afiliados de UPyD en Murcia, entre ellos concejales, abandonan este miércoles el partido y se pasan a Ciutadans. Dicen sentirse “traicionados” por la dirección que encabeza Rosa Díez, y principalmente critican su “personalismo y autoritarismo”. Son las razones alegadas por otros dirigentes y militantes de la organización que la han abandonado en regiones como Galicia o Valencia. La crisis política, que golpea a esta formación desde poco después de su origen, alcanzó su clímax con la polémica abierta por el exeurodiputado Sosa Wagner que propuso negociar un pacto con Ciutadans de cada a las próximas elecciones.

"Personalismo y autoritarismo"
Las agrupaciones al completo en Caravaca de la Cruz, Águilas, Totana, Alhama de Murcia, Yecla, Cieza, Alcantarilla, San Javier y Los Alcázares, y la mitad de las de Murcia capital y de Cartagena, así como la inmensa mayoría de la de Lorca se pasarán a Ciudadanos. En declaraciones a ABC, un concejal de Caravaca de la Cruz, Miguel Sánchez, ha explicado que se sienten “traicionados” y “descontentos” porque lo que defiende la dirección del partido no se corresponde con el proyecto inicial de “regeneración”. Este dirigente ha defendido el pacto con Ciutadans porque en su opinión es lo que toca ahora, si se quiere tener “altura de miras”.

Galicia, Cantabria, País Vasco, Valencia
La crisis en Murcia sigue a las ocurridas con anterioridad en Galicia, Cantabria, País Vasco o Valencia. Los militantes de UPyD que se han cambiado al partido de Albert Ribera suman ya el 10% de la formación de Rosa Díez. Alcanza, también, a europarlamentarios.

Un eurodiputado de UPyD junto a Albert Rivera
La polémica abierta por el ya eurodiputado Sosa Wagner por su defensa en un artículo publicado en un medio de comunicación de un pacto con Ciutadans no se ha cerrado con su dimisión. Fernando Maura, con escaño en Bruselas, ha estado el pasado fin de semana en un acto junto a Albert Rivera. Maura ha indicado que su presencia ha tenido como objetivo “colaborar con la sociedad civil” y que se trata de “una responsabilidad histórica”.

La crisis en Valencia
En octubre tras la grieta abierta por Sosa Wagner, en la Comunidad Valenciana el coordinador de UPyD, Alexis Marí, presentó su dimisión, que coincidió con la marcha de otros dirigentes en territorios de esa región. Marí denunció el “abandono del proyecto inicial” del partido, “falta de corrección y educación por parte de la dirección” y “malos gestos”. Junto este coordinador renunciaron la responsable de Comunicación, de Acción Política, de Eventos, de Finanzas, junto con otros cuatro cargos no orgánicos. Hubo además, renuncias en Torrevieja, Castellón y Valencia.

Galicia
Hace un año, el partido sufrió otra crisis territorial similar en Galicia, donde la dirección allí dimitió en bloque por el trato recibido por Rosa Díez. Unos meses antes, en Cantabria, el 44% de los afiliados de UPyD se habían dado de baja argumentando que el partido “es un proyecto personal de Rosa Díez para auparse, ella y su entorno, tanto en Madrid como en las provincias”.

Un Saturno que devora a sus hijos
No son situaciones excepcionales dentro del partido, ya que se extiende a otras comunidades autónomas, ni son nuevas, desde sus inicios no han faltado denuncias de falta de democracia interna, “autoritarismo” y “narcisismo político” contra la líder de UPyD. Rosa Díez parece una especie de Saturno que devora a sus propios hijos y a ese ritmo, terminará sola.