Dos agentes de policía salen de la sede del PP, en la madrileña calle Génova, tras concluir el trabajo de la comisión judicial enviada por el juez Pablo Ruz, tras 14 horas de búsqueda. EFE

 

 


Cuando testificó ante el juez Pablo Ruz el pasado 15 de julio, Luis Bárcenas entregó al magistrado una serie de carpetas, las que pasaron a llamarse ‘carpetas de colores’, en las que venía a entregar 'pruebas' de la veracidad de sus ‘revelaciones’. El juez pasó la documentación a la policía judicial, la UDEF, para que la analizara. A principios de este mes de octubre Ruz recibía los primeros informes policiales correspondientes, aunque el juez no se los ha hecho llegar a las partes personadas en la causa hasta este martes.

Un secretario general, una sede y unas donaciones
El contenido de los documentos no resulta ‘saludable’ para el PP y, una vez más, viene a demostrar que Bárcenas tendrá la catadura moral que cada uno quiera imputarle, pero en sus acusaciones no parece mentir. O al menos, no han demostrado que lo haya hecho hasta el momento: Luis ‘aguanta’; y sus papeles, también.

Más allá de la imputación de Ángel Acebes, primer secretario general de Génova que se ve en esta tesitura por las acusaciones de Bárcenas, y de la que ya les hemos informado, la UDEF recoge otros dos asuntos de gran calado. Por un lado, viene a decir que la documentación de Bárcenas confirma la existencia de donaciones anónimas, básicamente de grandes empresarios, al PP. Por otro, que la sede del PP vizcaíno, como ya sucedía con la de La Rioja, se compró con dinero de ‘la caja B’.

La sede de Vizcaya.., comprada con contabilidad paralela
En cuanto a este último asunto, la compra de la sede regional del PP de Vizcaya, el informe de la UDEF, a partir de la documentación que entregó Bárcenas, concluye que “con el fin de controlar la operación de financiación de la citada sede”, que se logró mediante un crédito bancario de 165.000.000 de pesetas, al que hay que añadir “las cuotas de las obras de acondicionamiento”, se utilizó una ‘caja B’.  “Bárcenas -dice la policía- generó otra contabilidad mediante una cuenta aparte llamada “Sede Vizcaya”, muy similar en cuanto a su estructura y funcionamiento a la establecida en los conocidos como “papéles Bárcenas” y en las que se recogen un conjunto de entregas y transferencias desde noviembre del año 1999 hasta noviembre del 2005”.

La UDEF dice que en sus investigaciones ha podido demostrar que la alimentación de esta cuenta era diversa. Por un lado, “mediante aportaciones que recibían en efectivo (en el PP), que ingresaban en las cuentas bancarias destinadas a recoger los ingresos por donativos en el Banco Vitoria y Banesto”. Por otro, el PP central (Génova) realizaba transferencias “hacia el PP del País Vasco que procedían de las cuentas de la formación a nivel central, y que eran empleadas para el pago de la cuota de la hipoteca por la compra de la sede”.

 

 

 

 


Donaciones anónimas..., pero interesadas
“Por todo lo anterior –dice la UDEF, resumiendo- se puede concluir que la hipoteca y el coste de las obras de reforma fueron pagadas con dinero del PP Central, el cual procedía de las aportaciones anónimas recibidas en efecto en Génova”. Por cierto, se dice que entre quienes entregaban ese dinero, al menos una “consta procedente de una empresa adjudictaria de obra pública, cuya contratación entre 2002 y 2009 fue objeto de análisis” por la propia UDEF.

Es decir, la sede del PP en Vizcaya, según la policía judicial, se pagó con ‘caja B’, manejada por Bárcenas, y alimentada con ‘donaciones anónimas’, entre las que, al menos una, es de una empresa beneficiada con la concesión de obra pública. Y de rebote, viene a demostrar que ‘los papeles de Bárcenas’ vuelven a no mentir.

La metodología de un blanqueo de dinero
En cuanto a estos ingresos que fluían a cuentas del PP que la UDEF sitúa en cuentas abiertas en el Banco Vitoria, Banesto, Argentaria y BBVA, la policía judicial dice que ha analizado los años “2003, 2004, 2006 y 2007”. Y de su estudio ha deducido una metodología de actuación que era ejecutada por “Álvaro de Lapuerta y Luis Bárcenas, en calidad de tesorero y gerente del Partido Popular”, que funcionaba así:

-“Estas dos personas –se lee en el informe- recibían dinero en efectivo por parte de diversas personas físicas, vinculadas a sociedades del sector de la construcción, en su mayoría adjudicatarias de contratos públicos, el cual era considerado como aportaciones o donaciones realizadas por los mismos hacían entrega de la cantidad en efectivo, y de forma personal. Parte de este dinero tenía entrada en la caja B del Partido, y se registraba en la contabilidad llevada por Luis Bárcenas”.

-“Posteriormente –continúa detallando el informe de la UDEF-, este dinero era ingresado en efectivo, fraccionando las cantidades en tantos abonos como fuesen necesarios para no superar la cuantía de 10.000.000 de pesetas o 60.000 euros, que es el límite máximo establecido por Ley como donación privada por persona física”.

El dinero anónimo, tenía padres y madres
La UDEF dice a continuación que comprobando las cuentas de los bancos, ha podido constatar que estos podían llegar a ser hasta cuato o cinco diarios, “resultando la suma de todos ellos de un importe superior al señalado como tope” legal. Estos ingresos ‘anónimos’, aparecían sin embargo, dice la policía judicial, ‘identificados’ en los extractos bancarios, donde “se han observado diversas anotaciones manuscritas de nombres propios como: “Adolfo”, “Emilio”, “Contreras”, “Josep C”, L. Luis S.”, “Rubio/Ald”, “Luis Rivero”, “De Andal. M. Contreras”, o “Pilar Pulido”, todos ellos corresponden a personas que figuran anotadas en la contabilidad B de Luis Bárcenas”. De lo que la UDEF concluye que se trata de los empresarios Adolfo Sánchez García, Emilio Álvarez López, Manuel Contreras Ramos, Camilo José Alcalá Sánchez, Josep Cornado Mateu, José Luis Sánchez Dominguez, Juan Manuel Fernández Rubio, Luis Fernando del Rivero Asensio, y María Pilar Pulido Fernández…”.

De todo esto, la UDEF concluye que tesorero y gerente del PP, ‘blanqueaban’ estas cantidades introduciéndolo “en el circuito económico financiero a través de diversos ingresos en efectivo efectuados por la propia formación política habiendo previamente fraccionado la cuantía total”.

La gravedad del contenido de estos informes, parece claro, está en que vuelve a dar base a la existencia de una o varias 'cajas B' en el PP; que esa caja se alimentaba con donaciones ‘anónimas’ que en realidad correspondían en buena medida a empresas que recibían contratos públicos; que el dinero era ‘blanqueado’ mediante su fraccionamiento o a través de obras del propio PP, en este caso la adquisición de la sede en Vizcaya, pero es conocida también, y en ELPLURAL.COM lo hemos contado, la irregularidad en la compra de la sede de La Rioja y las obras en la propia sede central de Génova 13. Y, como hemos apuntado, quizás lo fundamental, este nuevo informe vuelve a subrayar que Bárcenas no miente. Al menos en lo que se refiere a cómo se financiaba parcialmente su partido.