La seguridad de contar con una renta mensual fija convierte a los jubilados en uno de los segmentos de la población que, a pesar de la crisis, pueden acceder con mayor facilidad a ciertos préstamos personales. Aunque suele considerarse de manera errónea que las personas mayores están fuera del ámbito crediticio, la realidad es que sí pueden conseguir crédito con éxito y sin vinculación hipotecaria.

En una coyuntura social en la que la edad media de los jóvenes que abandonan el nido ronda los 30 años, derivado en buena medida de la precariedad laboral, y donde hay cerca de dos millones de familias en las que ninguno de sus miembros trabaja según la última Encuesta de Población Activa (EPA), la pensión de los abuelos se convierte en el único sustento económico de la casa.

¿Qué tipo de préstamo es idóneo para un jubilado?
Como cualquier otro solicitante de préstamos, es fundamental la capacidad económica real a la hora de hacer la devolución, es decir que la pensión que se percibe sea suficiente para cubrir la deuda contraída. Todo esto, independientemente de las eventualidades que puedan surgir relativas a la edad del solicitante, como su fallecimiento.

Además de la documentación habitual como la copia del DNI, la última declaración de la renta y los últimos recibos de la pensión, las entidades financieras solicitarán otros requisitos vinculadas a la edad que determinarán las características del préstamo. Así, por ejemplo si al vencimiento del préstamo se supera la edad de 75 años o la cuantía de la pensión es muy justa, será necesario un avalista o la contratación de un seguro de amortización, que sustituya al de vida que solo cubre hasta la edad límite de 65 años.

Ante este escenario, ¿hay algún producto crediticio que ignore todos estos requerimientos?

Los minicréditos para jubilados
Como hemos comentado, debido a la edad estos clientes no son susceptibles de acceder a préstamos personales o hipotecarios con periodos de amortización extensos y, si se hace, es con unas condiciones que pueden antojarse draconianas. A pesar de ello, disponer de una renta fija gracias a la pensión de jubilación los convierte en clientes con un alto nivel de solvencia para préstamos a corto plazo.

Un producto financiero apropiado para este segmento de la población son los créditos rápidos, préstamos personales de pequeño importe y corto plazo de amortización que se ajusta a la perfección a perfil crediticio de estos clientes. Por un lado, su pequeña cuantía no superior a 500 euros sirve para cubrir puntuales necesidades de liquidez derivadas de alguna factura desmesurada o algún pago imprevisto, y por otro, su duración que no excede los 30 días, lo convierte en un producto rápido y sencillo que puede emplearse sin menoscabar la sanidad económica del solicitante.

La sencillez del producto es otro factor que tener en cuenta a la hora de la contratación, ya que los minicréditos de Sucredito, Cashper o cualquier otra empresa financiera de contrastada reputación no contienen ninguna cláusula oculta o comisiones inesperadas. El importe de la devolución que se indica en el momento de la solicitud es fijo e invariable, con lo que el cliente sabe desde el primer minuto la cantidad que debe reintegrar y tiene la tranquilidad de que esta no experimentará ninguna modificación durante la vida del préstamo.

Si eres jubilado recuerda que tienes crédito. Valora todas las opciones que te presenta el mercado y elige la que te sea más ventajosa, teniendo en cuenta los intereses y los plazos de amortización.