El técnico italiano del Real Madrid, Carlo Ancelotti, atiende a los medios de comunicación en rueda de prensa. EF



Lo apuntábamos en la víspera: en fútbol, los errores se pagan muy caros. Y los dirigentes del Real Madrid han cometido tantos estos últimos días, que era imposible que pudieran ganar la Supercopa de España. Título que anoche, merecidamente, levantó el Atlético de Madrid, equipo dirigido por un brillante estratega (Simeone) y formado por jugadores con hambre, y que, a pesar de sus limitaciones, siempre se dejan la piel en todos los campos. ¡Igualito que los del Real Madrid!

La prepotencia de Ancelotti
En 72 horas el entrenador italiano ha quedado retratado y descalificado ante la opinión pública. Por eso los socios y seguidores del Real Madrid están tan indignados. El pasado martes, en el Bernabéu, Carlo aseguró a los periodistas: “Mientras Di María sea jugador del Real Madrid, cuento con él y lo utilizaré como yo quiera”. Y sin discusión, El Fideo, fue el mejor. Sin embargo anoche, ante la sorpresa general tras su penoso planteamiento y el decepcionante juego exhibido por su equipo, sentenció: “No tenía necesidad de convocar a Di María para este partido; no lo necesitábamos”. Lo que le faltaba por oír a la sufrida afición madridista.

Florentino, el principal culpable
Los socios del Real Madrid, conocedores de lo que tácticamente da su entrenador, deberían mirar al palco del Bernabéu para saber porque su equipo –que está temporada aspiraba al sextete (levantar 6 títulos) ha regalado de esta forma tan burda la Supercopa al Atlético Madrid. ¿Por qué no jugó Di María? ¿Florentino ordenó a Ancelotti que no convocará al argentino (el futbolista más en forma del equipo) porque ya lo tiene traspasado a otro equipo? ¿Sabe Florentino que Di María estaría encantado de seguir en el Bernabéu siempre y cuando, a tenor de su rendimiento y categoría, perciba los mismos emolumentos, 8 millones de euros, que Benzema? Es de justicia. Por eso, con la prepotencia y cabezonería de Florentino y la sumisión de Ancelotti ( un juguete en manos de su presidente) era imposible que el Real Madrid pudiera ganar esta Supercopa.

Ancelotti, limitado y mediocre
Es un hecho. Con la cantidad y extraordinarios jugadores que tiene en su plantilla, es imposible hacerlo peor. Una vez más, no dio una a derechas en la alineación, ni en los cambios. ¡Alucinante! En cambio, Simeone de dio un repaso en todos los sentidos. Y para rematar el despelote blanco, al término del partido Sergio Ramos no tuvo reparos en reconocer: “Hemos pagado salir relajados, yo el primero”. Y se quedó tan ancho. ¿Salir relajados, en una final? ¿Y lo permitió su entrenador, estando en juego el segundo título de la temporada?

Ancelotti, cuestionado por los suyos
No exagero. Tras los partidos de la pretemporada (de siete el Madrid solo ha ganado uno) en la zona noble del Bernabéu más de uno ya tiene dudas. ¿Qué ganó la pasada Copa del Rey y la Décima? No se engañen: si Sergio Ramos en Lisboa, el pasado 25 de mayo, en el minuto 93 de partido, no llega a conectar ese soberbio cabezazo que forzó la prórroga en la final de la Champions, ahora Ancelotti estaría recogiendo cebollinos en La Toscana o plantando amapolas en Milán, pero seguro que ya no estaba entrenando al Real Madrid.

El futuro, incierto
Con las seguras marchas de Di María y de Khedira, Ancelotti tiene que resolver muchos interrogantes. Debe reinventarse para dar cabida en su esquema (así se lo ordena Florentino) para que jueguen en el once titular y además que brillen: Kroos, Modric, Cristiano, Benzema, James y Bale. ¿Y quién defiende? ¿Quién luchará tanto como Di María y revolucionará los partidos? Menuda papeleta le espera a Carleto, el mejor tenor del fútbol europeo.

Simeone, un auténtico genio
Al margen de que anoche se pasó tres pueblos al dar, y sin venir a cuento, dos collejas al cuarto árbitro (inmediatamente pidió perdón para que le rebajen la sanción. Pero tres partidos no se los quita nadie), es un gran estratega, además de muy inteligente. El Cholo, como tiene las ideas tan claras, ha vuelto a configurar un equipo tan competitivo como el de la temporada pasada y volverá a dar guerra en la Liga y en la Champions. Y como sus jugadores creen ciegamente en su filosofía y en su método de trabajo, ganará muchos más títulos para el Atlético. De momento, en tres años y medio, y con cuatro cañas, ha logrado cinco de categoría (Europa League, Supercopa de Europa, Copa del Rey, Liga y Supercopa de España).

Ya veremos si Florentino Pérez tiene paciencia y confía durante tanto tiempo en Ancelotti.