Entre los directivos de PRISA la palabra más utilizada en la tarde de este miércoles, cuando se conoció la noticia de que Fernando Abril-Martorell abandonaba el barco, era estupefacción. A todos les extrañaba, especialmente, que en una empresa "en la que todo se filtra", una historia como ésta se hubiera mantenido en el más absoluto de los secretos: el 'hombre de los bancos', el que habían puesto las entidades financieras, verdaderas dueñas de la empresa, para controlar su inversión, salía.

Ninguna explicación más allá de las formalidades
Nadie ha dado una explicación concreta.., y creíble. A Cebrián, en la Cadena SER, se le ha escuchado limitarse a agradecer el trabajo de Abril y anunciar que "la empresa, los trabajadores, los accionistas y los usuarios" de los medios del grupo tienen que estar eternamente agradecidos al trabajo de quien dejará de ser CEO en octubre. Abril mantiene un silencio absoluto.

Juan Luis Cebrián, 70 años, sigue..., Abril Martorell, quien llegó para sustituirle, se va. EFE



A través de un periódico en internet, web amiga de Abril Martorell, esta mañana de jueves se decía que cesa en PRISA "tras cerrar su última gran refinanciación". Es lo más parecido que se puede decir, conocida la relación entre los gestores de esa web y Abril, a una 'declaración oficial' del propio CEO.

El 'príncipe heredero' del cargo de Cebrián
Pasadas las primeras horas de sorpresa, el mensaje que llega a ELPLURAL.COM como explicación entre los directivos de PRISA es que Abril-Martorell ha tirado la toalla harto de esperar la 'abdicación' de Juan Luis Cebrián. Cuando desembarcó en el grupo que una vez fue de los Polanco, la situación de la empresa era desesperada.

En una comida en la que estaba presente un miembro de ELPLURAL.COM, un gran empresario constructor aseguraba poco antes, no sin satisfacción, que el valor real de PRISA era 'un euro'. O lo que es lo mismo, que era una empresa quebrada.

Los bancos y grandes empresas que entraron en el grupo lo hicieron poniendo al frente de sus cuentas a Abril. La idea era que ese fuera sólo un primer paso. El siguiente debía ser que pasara a controlar por completo desde la Presidencia el que fue una vez 'el imperio Polanco' cuando Cebrián (nacido en 1944..., por lo tanto con 70 años) fuera cediendo el poder.

Una relación amable..., y desconfiada
Desde entonces, lo cierto es que Abril consiguió que la situación económica de PRISA, aunque sigue siendo muy mala, haya salido de la UVI. Al menos ha refinanciado la empresa, y vía Telefónica, Santander y La Caixa, le ha dado oxígeno para que el grupo pueda seguir respirando durante el próximo lustro.

Pero las abdicaciones son, como resulta evidente, muy difíciles de conseguir, porque la resistencia a desocuparlos por parte de quienes se sientan en el trono suelen ser numantinas. La relación entre los dos hombres, nos dicen directivos de PRISA, siempre fue de cooperación, pero nunca de amistad.  Lo cierto es que Cebrián, que llegó a hablar de irse cuando se acabara su contrato, lejos de cumplir con la insinuación, en abril de este año renovó en el cargo por otro lustro, cuando ya contará con 75 años.

Bien es verdad que su remuneración de 2013, que superó los 1.500 millones, hace difícil tomar esa decisión. Pero es que incluso, como si los paralelismos resultaran inevitables, también la vida personal de Cebrián ha dado un giro 'rejuvenecedor' en los últimos tiempos, que, dicen en PRISA, le han retirado aún más el impulso de verse como 'un jubilado'.

El sustituto de Abril, 'perro fiel' de Cebrián
Esta situación ha colmado la paciencia de Abril, que ante la imposibilidad de acceder a la Presidencia del Grupo, y una vez cumplido su primer cometido, habría decidido ser él el que abandonra el cargo, aunque de momento se quede en el grupo como consejero independiente y miembro del comité editorial. Pero con las manos libres ya para buscar en otra dirección.

Como escribían en la 'web amiga' de Abril-Martorell, con su salida "la empresa pierde a su principal referente en sus siempre difíciles relaciones con la banca", pero no es menos cierto que, por contra, Juan Luis Cebrián refuerza su posición dentro del organigrama porque ha logrado situar en el puesto a su 'perro guardián' favorito y más fiel, José Luis Sainz. Un hombre al que en la empresa llaman Pavarotti por su físico, pero también con otros calificativos menos 'líricos' por su trato.

"Un reino de terror"
"Nadie duda de que Sainz es inteligente y un dominador de los números, pero a su alrededor crea un verdadero reino del terror", dicen quienes le han tratado, que también ironizan de cómo a lo largo de su carrera a Juan Luis Cebrián, al que le gusta cultivar su imagen de caballero, ha acostumbrado reforzar esta pose poniendo junto a él a gente que asume sin mayor problema el rol de 'poli malo'.

Todo esto mientras se completa el cambio en la línea editorial del grupo, cada vez más derechizadas muy especialmente en El País. Aunque Cebrián y su entorno califican esto como "regresar al punto donde el periódico nació".