Imagen del Tribunal Constitucional del 13 de junio de 2013 cuando el entonces presidente, Pascual Sala Sánchez, impuso el collar de Magistrado del Tribunal Constitucional a Enrique López y López



"El acusado presentaba fuerte olor a alcohol en el aliento, ojos rojos y vidriosos, habla repetitiva, rostro congestionado, deambular titubeante y dificultad para mantener la verticalidad". Es la descripción del entonces flamante magistrado del Tribunal Constitucional Enrique López cuando fue pillado el pasado 1 de junio conduciendo borracho su motocicleta por el Paseo de la Castellana de Madrid tras saltarse un semáforo en rojo. Le había costado años llegar al Alto Tribunal y cuando al fin, el PP, consigue saltarse todos los obstáculos (en gran medida gracias a su rodillo parlamentario), unas copillas de más ponen fin a su carrera.

Cuadruplicó con creces la tasa máxima
El pertinente control de alcoholemia arrojó un resultado primer de 1,12 miligramos por litro de aire espirado, que 18 minutos más tarde se redujo a 0,98, muy por encima de la tasa máxima permitida por las normas administrativas (0,25). Así lo especifica la sentencia del juzgado de Intrucción número 31 de Madrid y que . Tras reconocerse culpable, Enrique López fue condenado a la pena mínima en estos casos: cuatro meses de multa con cuota diaria de 12 euros y la retirada del carnet de conducir durante 8 meses.

Legal sí pero poco ejemplar
Todo ajustado a la ley. Aquí tienen la sentencia. Sin embargo, teniendo en cuenta al protagonista de esta historia ¿no debería haber sido un agravante el hecho de que quien había cometido un delito contra la seguridad vial era un miembro del Constitucional?