Desde que fuera elegido papa Francisco ha abanderado un mensaje crítico con los excesos del capitalismo salvaje y los efectos negativos que produce en las familias fenómenos en ascenso asociados al actual modelo económico como la precarización y la falta de trabajo. El mensaje resulta más atractivo para las bases de la Iglesia pero obviamente choca con su papel de apoyo a las oligarquías de diferentes países, por lo que desde el principio se produjeron movimientos para justificar que se podían compatibilizar mensajes contradictorios.

Francisco: "El sistema económico ya no se aguanta"
El papa ha mantenido su línea discursiva sobre el colapso del modelo económico pero las voces en el seno de la Iglesia que discrepan de ese mensaje también se han vuelto más activas y no tienen inconveniente en discrepar abiertamente de él, eso sí, sin nombrarle. Es el caso del sacerdote estadounidense Robert Sirico, que pilota un think tank global, Acton Institute, con sede también en Roma y que acaba de ser entrevistado por un medio católico italiano, La Nuova Bussola Quotidiana. En la entrevista, traducida y reproducida por Religión en Libertad, Sirico insiste en poner el énfasis en el matrimonio homosexual como principal preocupación del catolicismo de EEUU.

Sirico habla de "error" de percepción
Pero también le preguntan a Sirico por las críticas a los excesos del neoliberalismo, aunque sin subrayar que vienen del propio papa. Estos son extractos literales de la entrevista:

-Padre Sirico, usted es presidente de un think tank que promueve las ideas de la sociedad abierta y del libre mercado. Sin embargo, es precisamente el libre mercado el que está siendo acusado, también por parte de muchos religiosos, por el efecto de disgregación que tiene sobre la familia ¿Qué piensa de esto?

-El matrimonio es una donación recíproca radical, total. Destruir este vínculo entre un hombre y una mujer significa socavar también todos los otros vínculos existentes en una sociedad, porque la familia es el primer ambiente en el que una persona aprende la fidelidad, la lealtad y el respeto de las reglas. Conceptos que después serán importantes en cada amistad, en cada empresa económica, en la vida política, en todas partes.

- [...] Estoy convencido de que la familia está amenazada sobre todo por la intervención del Estado (...) A menudo se comete el error de evitar mirar la verdadera causa de la disgregación familiar. La gente ve que vivimos en una sociedad industrializada y después ve a la familia disgregarse y, por consiguiente, según un automatismo muy común, se atribuye la causa a la sociedad industrializada y al libre mercado. Pero esto no es así y es el mismo error que se comete respecto a otro fenómeno, el de la globalización: ves los países pobres y atribuyes su pobreza al capitalismo. En realidad es el capitalismo el que hace insoportable la vista de la pobreza, precisamente porque la elimina gradualmente y de manera no uniforme. En realidad todos viven mejor, pero soportan menos la desigualdad. Lo mismo sucede con la familia.

El sacerdote insiste en contraponer "libre mercado" y "marxismo", equiparando falsamente éste con la abolición de la propiedad privada y como si no existieran matices entre el modelo de capitalismo sin reglas hacia el que se camina y un modelo comunista de los medios de producción.