En la larga dictadura franquista, Radio España Independiente, más conocida como la Pirenaica, recibió por escrito miles de estremecedores testimonios de las víctimas del régimen. Quince mil de aquellas cartas han sido analizadas ahora en un libro que constituye "un gran fresco del sufrimiento de los perdedores". "Es la gran queja colectiva de los represaliados del franquismo y no sólo desde el punto de vista del castigo jurídico o carcelario sino desde el de las humillaciones a que fueron sometidos", explica Rosario Fontova, autora junto con su marido, Armand Balsebre, de "Las cartas de La Pirenaica. Memoria del antifranquismo".

Los testimonios de la "España del hambre, la miseria y la represión"
Publicado por Cátedra, el libro contiene una exhaustiva investigación sobre las casi 15.500 cartas que se conservan en el Archivo Histórico del Partido Comunista de España, enviadas por radioyentes a la citada emisora clandestina del PCE, que fue fundada en 1941 en Moscú "para combatir el fascismo en tiempos de guerra" y que en 1955 trasladó su sede a Bucarest, donde operó hasta el 77. En esas cartas hay "un testimonio inédito de la España del hambre, la miseria y la represión", comenta Balsebre, catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Autónoma de Barcelona.

"En esos textos nos hemos encontrado con lo que pensaba la gente común, que son los grandes olvidados de la posguerra, los que no tenían ninguna manera de expresar lo que sentían más que escuchando aquella radio por la noche y debajo de una manta; seguramente, para que no les oyeran los vecinos", añade Fontova, periodista especializada en temas culturales.

Tesoro documental conservado por el PCE
Los autores tropezaron "un poco por casualidad" con este "tesoro documental" cuando Fontova preparaba un libro sobre la historia de la cárcel Modelo de Barcelona y tuvo que consultar el archivo histórico del PCE. Las cartas eran "parcialmente conocidas", pero su importancia "había sido minusvalorada". Sí se mencionan algunas de ellas en "un completo libro" de Luis Zaragoza sobre la historia de Radio Pirenaica, aclara Balsebre. Para facilitar el trabajo de investigación, el matrimonio obtuvo permiso para fotografiar todas las cartas, que suman un total de 39.000 cuartillas. "Algunas tienen hasta 25 cuartillas y cuentan la historia de pueblos enteros", afirma la autora.

El riesgo de contar lo que pasaba
El miedo late en un buen número de cartas, "porque era un acto ilegal escribirlas", comenta Balsebre, especialista en periodismo radiofónico y en historia de este gran medio de comunicación. El miedo llevaba también a algunos remitentes a "escribir con guantes" para que no pudieran identificar sus huellas, a hacerlo en papel de luto "para disimular" y a utilizar "tinta invisible"; es decir, el viejo truco de escribir con palillos mojados en limón. Luego, al aplicar una fuente de calor, se podía leer el texto. Los autores cotejaron las quince mil cartas con los guiones de los diferentes programas de la Pirenaica (se conservan todos en el citado archivo) para ver cuántas de esas misivas se habían leído en la radio, aunque fuera parcialmente.

"Deshacer la leyenda de que las cartas eran falsas"
El libro, de 600 páginas y cuajado de testimonios impresionantes, contiene párrafos o frases de unas mil cartas. Más que suficiente para hacerse una idea de cómo era la vida de millones de españoles en la posguerra, de sus penurias económicas, de sus angustias y temores. Y de sus ganas de luchar para tratar de acabar con la dictadura. "Queremos que este libro contribuya a deshacer la leyenda de que las cartas de Radio Pirenaica eran falsas". Para salir de ese error basta con consultar este archivo epistolar y ver los sobres con sus matasellos, afirma el autor. "Las cartas son ciertas. Algunas son de militantes del partido, pero la inmensa mayoría son de gente anónima que utilizaba el correo para contar sus vidas", añade.

Hechos contrastados de "historias tremebundas"
"De algunas cartas no hemos podido confirmar lo que se dice, pero de la mayoría sí lo hemos hecho, como en el tema de las fosas comunes y los asesinatos en los cementerios, sobre los que hay un aluvión de textos", afirma Rosario Fontova, apasionada de la Historia. Los datos sobre las fosas "se han confirmado cuando las asociaciones de Memoria Histórica han acudido a esos lugares y han comprobado que era cierto lo que decían los remitentes", comenta.

Tras esas cartas, hay a veces "historias tremebundas que reflejan las grandes rupturas familiares que se produjeron a raíz de la Guerra Civil y que en muchos casos no se pudieron recomponer", explica por su parte Fontova.