El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert / EFE



La decisión del Gobierno de que religión puntúe, incluida en la reforma de la educación, obtiene un rechazo rotundo de la inmensa mayoría de los españoles, según un sondeo de El País, que refleja que el 70% se opone a dar más peso a esta religión en la enseñanza. Entre los votantes del PSOE el rechazo es aún mayor, el 84%, pero, incluso, entre los encuestados que se reconocen como católicos el porcentaje es del 77%.

El 33% de los practicantes también rechaza la medida
La imposición del Gobierno en materia de religión, sin consenso con los grupos políticos en el Parlamento, sólo es respaldada por los católicos practicantes, que representan un escaso 17% de toda la población española adulta. Entre estos, el apoyo a esta asignatura se eleva al 61%. Hay que resaltar que incluso en este segmento de la sociedad el 33% no está de acuerdo con la medida.

El poder de la Iglesia sobre el Gobierno de Rajoy
El 64% de los españoles cree que la jerarquía de la Iglesia católica ejerce un gran poder sobre el Gobierno de Mariano Rajoy. Piensa así el 44% de los votantes populares, el 56% de los católicos poco practicantes y el 66% de los no practicantes; e, incluso, el 37% de los propios católicos practicantes.

Profesores impuestos por la Iglesia
Los ciudadanos, conscientes de la mayoría del PP en el Parlamento, expresan que si finalmente la religión se introduce en la educación en los términos que impone el Gobierno, la asignatura, al menos, debiera ser impartida por profesores designados por el Estado y no por la Iglesia.

Una cosa es la fe y otra, la enseñanza
Es muy significativo que una importante parte de los católicos practicantes, además de los no tan practicantes, tiene dudas sobre que el mejor modo de dignificar el mensaje evangélico pase por dar mayor peso académico a la religión como asignatura.