El papa Benedicto XVI (izda) oficia hoy la primera misa del año en la basílica de San Pedro en el Vaticano. EFE



El Papa ha advertido de las consecuencias del “capitalismo financiero no regulado" que produce desigualdades entre ricos y pobres con la consecuencia de tensiones sociales, además, de las varias formas de terrorismo y de criminalidad existentes, en su primera misa de 2013 celebrada en la Basílica de San Pedro.

La mentalidad egoista e individualista
"A pesar de los focos de tensión y de contraposición causados por crecientes desigualdades entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista expresada por un capitalismo financiero disoluto, y de las diversas formas de terrorismo y de criminalidad, estoy convencido de que las múltiples obras de paz de las que el mundo es rico, testimonian la innata vocación de la humanidad hacia la paz", ha afirmado el Papa.

La vocación de la humanidad por la paz
Benedicto XVI afirmó que aunque este tiempo está caracterizado además por varias formas de terrorismo y de criminalidad, está persuadido de que "las múltiples obras de paz, de las que el mundo es rico, testimonian la innata vocación de la humanidad por la paz".

"En cada persona el deseo de paz y la aspiración esencial coincide, en cierta manera, con el deseo de una vida humana plena, feliz y bien realizada", aseguró el Papa antes de añadir que el hombre "está hecho para la paz, que es un don de Dios".

María, símbolo de paz interior
El Pontífice ha reivindicado a María como símbolo de la paz interior "en medio de los eventos en ocasiones tumultuosos de la historia, a los que a menudo no se encuentra el sentido y desconciertan" porque el fundamento de la paz es el "contemplar en Jesucristo el esplendor del rostro de Dios Padre" para tener la misma seguridad que un "bebé experimenta en los brazos de un padre bueno y omnipotente".

Benedicto XVI utilizó la plataforma rodante, guiada por dos ayudantes, para recorrer, mientras bendecía a los asistentes, la nave central de la Basílica hasta el altar donde presidió la primera misa de 2013.